La clave gentleman de David García

Dibujo
photo_camera David García.

En un mundo donde impera el peso femenino, el coruñés David García se ha ido haciendo un hueco gracias a su blog “vestirse por los pies”.

En un mundo donde impera el peso femenino, el coruñés David García se ha ido haciendo un hueco gracias a su blog “vestirse por los pies”. En él, además de mostrar sus looks diarios, ofrece un servicio de asesoramiento basado en la elegancia exterior e interior.

¿Cuál es la historia de "vestirse por los pies"?

Nació hace cinco años. Yo soy ingeniero de formación y la llegada de la crisis económica a todos nos hizo replantearnos cosas porque el mundo de la obra civil estaba complicado. Hacía dos años que tenía un blog sin ánimo de lucro y me planteé embarcarme en esta aventura de forma profesional. La imagen del caballero es algo que siempre me apasionó, no sólo la parte física, sino también los valores de educación y cultura que la acompañan. Se trata de una elegancia interior, cultural. La forma de vestir es una forma de expresarse, igual que la de hablar. 

¿Y por qué ese nombre?

Llegué a la expresión “vestirse por los pies” porque tiene la doble vertiente que buscaba. Los hombres, tradicionalmente se han vestido por los pies porque utilizábamos pantalones o calzones, mientras que la mujer se vestía por la cabeza siempre porque usaba vestidos. Al mismo tiempo también se utiliza para referirse a un hombre culto, educado, con saber estar. 

En el blog, además, también ofreces asesoramiento. 

Efectivamente. El blog es una plataforma, una forma de expresarme y de buscar negocio. Yo soy asesor de imagen y escritor de moda masculina, de ahí vienen los ingresos. Mis clientes suelen ser ejecutivos a los que asesoro o, por ejemplo, gente que se va a casar y me pide consejo.  

¿Cuáles son las principales demandas que atiendes?

Sobre todo son acciones puntuales, gente que pide consejo para eventos concretos. Yo siempre les digo lo mismo, es como si voy a Ferrán Adriá y le pido que me explique cómo hacer un plato rápidamente. Primero hay que saber elegir los ingredientes, es un proceso complicado. Las demandas son puntuales pero no se puede plantear como una dieta exprés. Lo ideal es el servicio integral, que es progresivo , como un gimnasio. 

¿Una clave infalible para vestir con elegancia?

Los pies, los zapatos. Eso nunca falla. Siempre digo lo mismo pero es que un señor con un calzado de calidad, con buena piel, bien limpio, lustrado, sobre cualquier cosa que le pongas arriba, vale. El mejor traje cortado a medida, carísimo, hiperbueno, con unas zapatillas de andar por casa o de mala calidad, la vamos a liar. Los pies son los cimientos. Un buen calzado es indispensable, lo es todo en el vestuario de un hombre.

Siempre haces referencia al concepto de caballero. ¿Es algo que se ha ido perdiendo con los años?

La palabra caballero sueña ñoña, incluso está mal vista, como asemejada políticamente a una corriente conservadora. No es así. Un caballero es un gentleman o un dandy. Cuando vemos a un señor bien arreglado por la calle nos referimos a él como dandy o gentleman pero nadie dice caballero, como que nos acomplejamos. Hemos sido y somos muy elegantes y hay que defenderlo sin prepotencia pero con orgullo.  Asociada a la palabra caballero hay una serie de valores culturales muy importantes que creo que se han perdido. 

Al final no se ha perdido la elegancia, se han perdido los valores, la cortesía. La ropa no es ni más importante ni menos, desde el punto de vista artístico es un arte menor. Para mí una de las cosas más importantes de una persona elegante es que sea capaz de hacer que todos  a su alrededor se encuentren cómodos. 

¿Hay elegancia en Galicia?

En general, como en el resto de España. Yo tengo la fortuna de que cuando voy a Madrid o Barcelona, me desplazo a las zonas céntricas, que es donde están mis clientes. Me fijo mucho en los hombres y veo gente muy elegante. El escritor Gay Talese dice que “tu vida cambiará si vistes mejor” y creo que es verdad. Si, por ejemplo, el día está gris, esmérate en el vestuario. verás cómo vas de otra manera, con mejor humor. 

Al hablar de bloggers, solemos pensar en mujeres. ¿Por qué este fenómeno no se dio también en la moda masculina?

Fundamentalmente es algo cultural. Parece que un hombre no se puede cuidar, hay un machismo camuflado, pero hay mucha necesidad. Creo que era un tabú histórico, como si sólo se pudiese arreglar una mujer. También porque la cuestión de la elegancia en el género masculino es minoritaria, no hay tanta demanda. No me atrevería a dar datos de hombres frente a mujeres pero sí veo que una bloguera tiene millones de seguidores en redes sociales y un bloguero nunca los tendrá. 

¿Cómo ves hoy el mundo de la moda con la democratización de las redes sociales?

Yo creo que todo paso democratizador es bueno para la sociedad, pero también es cierto que, como todo en la vida, a medida que la oferta se amplía, la calidad disminuye. Es como todo, mucha información supone poca información porque está sin filtrar. Lo veo bien pero creo que la gente debería buscar fuentes de calidad. 
 

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