Opinión

DE LA NECESIDAD, VIRTUD

El presidente del Gobierno está acostumbrado a hacer de la necesidad virtud y ha decidido comparecer en el Congreso de los Diputados cinco minutos antes de que el presidente de la institución, José Bono, se viera obligado a romper sus planes y convocar la Diputación Permanente en la que la mayoría de los grupos habrían votado a favor de que Rodríguez Zapatero explicara qué ha pasado para que la primea de riesgo de la deuda soberana traspasara los 400 puntos básicos y las previsiones sobre la evolución de la economía española.


Como el tiempo apremia ante el adelanto electoral y es preciso lanzar continuos mensajes de que el Gobierno sigue pendiente de la economía y trabaja en medidas para reducir el déficit público, el portavoz del Gobierno, José Blanco, ha anunciado que el jefe del Ejecutivo comparecerá a petición propia para explicar las medidas que su gabinete aprobará en los dos próximos consejos de ministros tanto sobre política fiscal como en materia laboral.


De no producirse otro ataque de los mercados, o cualquier circunstancia que desate el pánico, en el tiempo que media hasta que Zapatero hable ante el Congreso, su intervención ante el Pleno será menos dramática de lo que se preveía en un principio por todos los acontecimientos que se han sucedido. En cuanto a las medidas 'locales' que supondrán un ahorro de 5.000 millones de euros, con recaudaciones anticipadas y recortes en el gasto farmacéutico, ya se conoce la respuesta del principal partido de la oposición y de otras formaciones, que es pan para hoy y hambre para mañana por cuanto se adelanta un pago de fondos que quien venga detrás no dispondrá el próximo año. También se trata de hacer más creíble la reforma laboral y de renovar la ayuda de 400 euros del plan Prepara, que perciben los parados sin ingresos y que permite al Gobierno mantener en un porcentaje elevado la protección frente al desempleo, anunciada por el 'candidato' socialista.


Y desde Europa han llegado noticias e iniciativas que han aliviado al Gobierno, bien por la intervención del BCE, bien porque el raquítico crecimiento en el segundo trimestre ha sido igual de raquítico en toda la zona euro, con un batacazo de la economía alemana que tan solo ha crecido un 0,1% y el estancamiento de la francesa, y con los resultados de la reunión entre los dos principales mandatarios de Alemania y Francia que por fin se han decidido a ponerse al frente de la iniciativa política con dos medidas que Zapatero no tardó en aplaudir, porque en otras ocasiones había manifestado la pertinencia de ambas, avanzar en la 'gobernanza económica europea' con la introducción de políticas fiscales comunes ?no exentas de problemas por la diferencia de impuestos sobre la actividad económica de las empresas pero también sobre el IVA, más bajo en España, y la obligación de introducir reformas constitucionales- y la imposición de una suerte de Tasa Tobin sobre las transferencias financieras, con la que crear un fondo europeo.


A lo que no da pie la situación económica es a ningún tipo de ejercicio de optimismo, porque el descenso del paro registrado tiene un componente estacional indudable y, en consonancia con lo que ocurre en otros países, no se prevé un cambio de tendencia. Zapatero, a punto de salir, debe dar imagen de responsabilidad en la que será una de sus últimas comparecencias, o quizá la última, ante el Pleno del Congreso.

Te puede interesar