Como si de lo “monos Sabios” se tratara, la procesión de ex secretarios generales el PP y exministros populares por el estrado del tribunal que juzga el “caso Gürtel, no ha aportado nada a la causa, porque se han limitado a decir que ellos no veían, no oían nada y no podían decir nada por cuanto no les llegó ninguna petición por parte de tesoreros o gerentes del partido para la adjudicación de contratos a cambio de comisiones para el partido y por supuesto negaron ser “sobrecogedores” tal y como aparecen en los “papeles de Bárcenas” como perceptores de dinero para complementar su nómina de cargos oficiales.
De todos los testigos que comparecieron ayer, dos ex secretarios generales, Javier Arenas y Ángel Acebes, el primero es el único que permanece en primera línea política en el sanedrín del PP, mientras que el segundo, tras dejar el Congreso ha estado al servicio de la administración hasta que una puerta giratoria le llevó al consejo de administración de Iberdrola. Los otros dos testigos fueron los exministros Jaime Mayor Oreja y Rodrigo Rato, condenado recientemente por el uso debido de la tarjetas opacas de Bankia. Todos lo negaron todo y haciendo uso de una táctica común en el caso de las defensas vinieron a decir “no lo sé, no me consta, lo desconozco”, como ya se ha visto recientemente en otros casos de corrupción. Lo mismo hizo el día precedente el “general secretario” Francisco Álvarez Cascos. Todos negaron conocer la existencia de una contabilidad en “b” del PP pese a que el control de las actividades del tesorero estaba entre las funciones de algunos de ellos.
Los testigos en un proceso están obligados a decir la verdad y “el incumplimiento de esta obligación de veracidad solo hará nacer responsabilidad por falso testimonio respecto del que se prestare en juicio”. Pero si nada dicen sería muy difícil deducir testimonio de su ignorancia. Otra cosa es que se pueda demostrar que las anotaciones en los “papeles de Bárcenas” fueran ciertas y pudieran estar incursos en otro tipo de delitos. Pero Luis Bárcenas, todopoderoso tesorero y senador del PP, ha decidido por el momento no tirar de la manta y corresponderá a los jueces establecer la verdad judicial en este asunto y en correspondencia los testigos llamados por su defensa han exculpado a Bárcenas .
La presencia en el juicio de Javier Arenas desbarata en cierto modo la línea argumental del PP de que lo que se juzgan “son casos del pasado”, por cuanto el mantiene el cargo de vicesecretario general para política autonómica, y desde luego no es nada edificante para la imagen de un partido el desfile por el tribunal, que juzga un caso de corrupción política por el que el PP puede haber concurrido “dopado” a distintos procesos electorales, de tanto dirigente que tuvo mando en plaza, y que tendrá su punto álgido con la presencia del presidente del Gobierno -el primero en democracia- como testigo ante un tribunal, aunque poco se pueda esperar de su declaración que seguirá la misma pauta que las declaraciones de quienes fueron sus compañeros de gobierno y de responsabilidad en el PP.
La reciente moción de censura contra Mariano Rajoy protagonizada por Podemos tuvo uno de sus momentos destacaos cuando la portavoz parlamentaria de este grupo, Irene Montero, solicitó al PP “que pidan perdón y devuelvan lo robado”. Se trataba de una declaración política pero hasta que no haya sentencia firme prevalece la presunción de inocencia.
