Opinión

En un centenario (1914-2014)

Recordamos, con dolor, el primer centenario de la Gran Guerra, contienda considerada hoy como una masacre civil entre europeos. Las gentes civilizadas de Europa quedaron sobrecogidas de espanto ante la crueldad desplegada por los "Hunos y los Hotros". Se da la circunstancia de que en el escenario bélico hacen acto de presencia por primera vez nuevos y devastadores instrumentos de lucha como fueron aeroplanos, ametralladoras, tanques y gases asfixiantes.

A partir de 1915 se desarrolla una guerra de posiciones o trincheras en la que se combate con máxima ferocidad, pero los bandos en lucha apenas avanzan en territorio enemigo. Recuerdo la impresión que dejó en mí la lectura de la novela "Sin novedad en el frente", del alemán Erich María Remarque, llevada más tarde al cine. En sus páginas, el autor detalla escenas del periodo de instrucción al que sometían a los reclutas antes de marchar al frente. Cuenta Remarque que los sargentos prusianos se tornaban tan brutos e insensibles como "si hubieran comido cemento".

Ante tamaña barbarie, Europa misma esperaba otra cosa de un Occidente supuestamente civilizado. Desgraciadamente, pudieron comprobar que aquello era una ilusión. Siempre ocurre lo mismo: los ideales chocan con la realidad. De esta guerra tampoco aprendieron nada: a los veinte años de su final estábamos ante la Segunda Guerra Mundial.

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