Opinión

LA ASIGNATURA DE RELIGIÓN

La Conferencia Episcopal Española acaba de publicar el documento 'Orientaciones pastorales para la coordinación de la familia, la parroquia y la escuela en la transmisión de la fe'. Se trata de un texto de gran actualidad con el que se pretende ayudar a los padres, a los sacerdotes, catequistas y profesores de religión en sus diferentes y apasionantes tareas al servicio de la transmisión de la fe.


El documento, enmarcado en el contexto de la nueva evangelización y de la llamada 'emergencia educativa', es una apuesta valiente por la formación de las nuevas generaciones, tarea siempre ardua pero gratificante. Hoy necesitamos educadores en la fe que sean maestros y testigos, o mejor testigos para ser maestros. Es una ocasión propicia que no debemos desperdiciar, para proponer una educación cristiana en todos los niveles y ofrecerla como alternativa a otras que legítimamente se proponen. Con respecto a la enseñanza religiosa en la escuela, en el documento se recuerda que se trata de un derecho y un deber de los padres y alumnos católicos, y en concreto se explica en qué consiste la peculiaridad de esta enseñanza: 'Presenta el mensaje y acontecimientos cristianos en forma de síntesis orgánica y explicitada de modo que entre en diálogo con la cultura y las ciencias humanas, a fin de procurar al alumno una visión cristiana del hombre, de la historia y del mundo, y abrirle desde ella a los problemas del sentido último de la vida.'


Frente a las voces que cuestionan la presencia de la religión en la escuela, el documento ofrece con claridad algunos motivos que legitiman su presencia. Citamos los principales:


La religión nos ayuda a comprender la civilización europea en que estamos sumergidos. Sin su conocimiento resultan incomprensibles la historia, la literatura, la música, la pintura, la escultura, en una palabra la cultura occidental en su conjunto. Favorece la unidad interior del alumno creyente y brinda a todos motivos para vivir valores morales a los que adherirse y caminos para orientar nuestro comportamiento. No es poca cosa para las generaciones futuras tan necesitadas de una propuesta educativa que les tome verdaderamente en serio.


Sobre la religión como asignatura, el obispo portavoz de la Conferencia Episcopal ha explicado que en la escuela se imparte con el estatuto académico propio de una de las ciencias humanas, es decir, el mismo que corresponde al resto de las asignaturas destinadas a la formación integral de la persona. Por lo mismo, la asignatura de religión debe ser evaluable para que no sea discriminada y responda a los criterios de un sistema educativo de calidad.


Las orientaciones pastorales concluyen con un capítulo dedicado a los medios y modos para la coordinación en la transmisión de la fe. Repasa las situaciones que hay que tener en cuenta, a las distintas edades, y considera los medios y servicios mutuos que hay que tomar en consideración y prestar en los distintos ámbitos.

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