Opinión

CELANOVA, TIERRA DE POETAS

Celanova es tierra de poetas tan ilustres como Curros, Celso Emilio Ferreiro y Castor Elices. El otro núcleo de fama en el municipio es Vilanova dos Infantes, donde ha nacido el otro escritor más conocido del muncipio, José Luis Méndez Ferrín. Pero el área territorial de inspiración poética se ensancha hasta el inmediato municipio de Ramirás, lugar de nacimiento de don Serafín Marqués Gil, escritor galardonado con el premio de poesía 'Virxe da Armada 2011' y con el XXI premio de poesía Cidade de Ourense. Es autor además de los poemarios 'Anacos da vida', 'Ventos da terra', 'Ribeiras do Miño', 'Más allá del horizonte' y 'Luz que me llamas'.


Nuestro acreditado poeta nos sorprende ahora con una nueva publicación. Un auto sacramental, 'Con vosotros me quedo'; una comedia de santos, 'Una mitra en el monasterio' y un drama bíblico, 'El rey homicida', componen este volumen en el que nuestro autor recoge y revivifica una larga tradición teatral que va desde Calderón de la Barca y Lope de Vega hasta Rafael Alberti y Torrente Ballester.


La exaltación de la Eucaristía, la vida de San Rosendo y la historia del adulterio criminal del rey David, dan la oportunidad al recién estrenado dramaturgo para explorar en el escenario nuevas perspectivas sobre temas ya conocidos plasmando sus inquietudes sobre el hombre como individuo y como ser social siempre desde el brillante lirismo que le caracteriza.


La prologuista de la obra, Alejandra J. Rodríguez Villar, acreditada crítica teatral, describe las constantes que definen el estilo de don Serafín Marqués Gil. Realza en primer lugar la influencia en el autor del estilo cinematográfico que se manifiesta en una estructura de escenas cortas con diferentes personajes y diferentes localizaciones que dotan al conjunto de un ritmo distinto del clásico en este género y más próximo al cinematográfico en cuanto a términos espacio-temporales se refiere. El tratamiento del diálogo -añade- huye del naturalismo realista y se recrea en la literaturización con el uso de intervenciones de extensión armónica en las que el lenguaje adquiere vocación lírica y preciosista. Finalmente, resalta el uso frecuente de analogías y comparaciones propias del sermón y de la predicación cristiana en general, lo cual resulta lógico dada su condición de sacerdote.


Con esta obra teatral, don Serafín nos invita a revivir sobre el escenario relatos que nos hacen vibrar con personajes dominados por las pasiones, a veces positivas, negativas otras, con un lenguaje poético que insiste en la necesidad de buscar y crear belleza a nuestro alrededor, con la convicción de que el teatro es un arte magnífico que puede hacer el mundo mejor.


Saludamos con entusiasmo a este nuevo dramaturgo con la esperanza de poder disfrugar de más y más obras salidas de su inspirada pluma.

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