Opinión

Teresa de Jesús, Patrimonio de la Humanidad

El jueves día 15 hemos celebrado la fiesta de Santa Teresa y se cerró el año teresiano. De las muchas cosas que se han escrito quisiera destacar la actualidad de su figura y mensaje, tal como lo han puesto de relieve algunos de sus analistas.

“Santa Teresa de Jesús nos pertenece a todos. Lo que ella ha expresado con su vida y con sus escritos y sobre todo con su forma de comportarse, hace que cualquiera pueda sentirse interpelado por ella”. Así lo expresó el cardenal Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), durante la clausura del Congreso Mundial Teresiano que tuvo lugar en el Centro Internacional Teresiano Sanjuanista de Ávila bajo el lema “Teresa de Jesús, patrimonio de la humanidad”.

El congreso se celebró con motivo del 45. aniversario de la declaración de la Santa como doctora de la Iglesia, y entre los participantes se encontraron el exdirector de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha; el exprimado anglicano Roban Williams; el sindicalista Cándido Méndez; el escritor Jesús Sánchez Adalid, o la actriz Pilar Ordaz, entre otros.

En la clausura también intervino el vicepresidente de la CEE y arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, quien explicó que “santa Teresa es una mujer que ha traspasado todas las fronteras y que es para todos los hombres, porque tenía a Dios tan dentro que no escatimaba esfuerzos y quería que todas las personas pudiesen participar de El y mantener la amistad con Jesucristo de tal modo que nos haga personas nuevas”.

Teresa de Ávila es una de las mujeres más admiradas y analizadas de la historia. La celebración del V centenario de su nacimiento ha demostrado que el interés de su persona no ha decrecido, sino todo lo contrario, está más vivo que nunca. Basta tener en cuenta todo lo que se ha hablado y escrito sobre ella tanto en los medios de comunicación más tradicionales como en las nuevas redes sociales.

Santa Teresa vive en los que ella llama “tiempos recios”, tiempos de la Reforma Luterana, de la Contrarreforma Católica. Tiempos recios para las mujeres marginadas y sin voz ni voto en la vida religiosa y cultural de España. De esta marginación de la mujer se queja en todos los escritos, contra la que lucha con energía y constancia en la Reforma del Carmelo, dejando su testimonio en los “palomarcitos”, como llamaba a los 17 conventos con los que sembró las dos Castillas, Andalucía y Murcia. Estos conventos eran espacios para la libertad y la entrega.

Te puede interesar