Opinión

Sin sorpresas

La OCDE acaba de publicar un informe en el que el capítulo referente a España no ofrece ninguna novedad, vamos que no dice nada que no sepamos los españoles. Los expertos de este organismo internacional afirman que en España han aumentado las desigualdades, que los ricos son más ricos, falta protección social para quienes menos tienen, que hay miles de familias que no reciben ni un euro de ayuda, que aunque se comience a salir de la recesión esta situación continuará. ¿Les suena todo esto?

No diré que no son necesarios informes como éste, al menos sirven para recordar a los gobiernos que tienen mucho por hacer y que no deben de perder ni un minuto de tiempo en buscar la manera de resolver los problemas. En España han aumentado el número de pobres, incluso hay un nuevo tipo de pobres, aquellos que tienen trabajo pero que su sueldo es tan exiguo que apenas les da para comer y mantener a sus familias. Pero lo indignante es que en medio de los estragos de la crisis, haya quienes han visto aumentar su ya cuantiosa fortuna.

Pero quizá aún haya un rayo de luz para la esperanza. Al menos quiero creerlo así después de haber visto al presidente Rajoy de nuevo sentado junto a los lideres sindicales. Seguramente esa "foto" le viene bien al presidente en vísperas electorales, y sobre todo para intentar convencer a la gente de que ya estamos en el camino de la recuperación. Pero si además la "foto" sirviera para que los sindicatos sean capaces de hacerle llegar al presidente la situación real de los trabajadores, de los que conservan el trabajo pero también de los que carecen de él, y sobre todo encaminarle a adoptar medidas que beneficien a quienes menos tienen.

Los sindicatos por su parte tienen la obligación de ser realistas, de no plantear "programas máximos" pero sí de hacer propuestas factibles que palien la situación desesperada de tantos y tantos ciudadanos. Porque lo que resulta insoportable es que la crisis haya dejado sin esperanza, como si fueran parias, a tantas miles de familias. De manera que hay que empezar a reconstruir lo que se ha destruido, para empezar el sistema de protección social. Nuestra excelente sanidad pública está sufriendo recortes insoportables, los colegios públicos están desbordados, la ayuda a los dependientes no llega, etcétera. Y también se deberían adoptar medidas para impedir que las empresas que tienen beneficios, con la excusa de la crisis, continúen abusando de los ERE para quitarse plantilla de encima.

Hay dos colectivos que lo están pasando mal, los que han cumplido cincuenta años que son despedidos y se ven sin perspectiva de volver a trabajar y los jóvenes, obligados a emigrar porque aquí no hay futuro.

Gobierno y sindicatos tienen mucho de que hablar y negociar. Esperemos que sean capaces de llegar a acuerdos en beneficio de todos. Y eso sí, al Gobierno no le viene mal releer de vez en cuando el informe de la OCDE, más que nada para que no se les olvide a los ministros en que país realmente viven.

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