Opinión

Choque de civilizaciones

El decreto de Donald Trump que rechaza inmigrantes de siete países musulmanes fue acogido por los políticos europeos con protestas, reacción que quizás no sea la de sus propios ciudadanos. Políticos y medios informativos orientaron a la opinión pública durante décadas defendiendo el multiculturalismo, pero han perdido fuerza. 

Estamos claramente en el “Choque de Civilizaciones” que previó Samuel Huntington en 1993, protagonizado por el rechazo al Islam y justificado como defensa de las libertades de pensamiento y de los derechos humanos laicos contra el dictatorial supremacismo político-religioso islámico.

La multiplicidad ácrata de internet impide parar la creciente islamofobia que ha impulsado a Trump a la presidencia, y que podría llevar también a Marine Le Pen en Francia. Islamofobia que se detecta en las conversaciones de la gente común, y sobre todo en los comentarios de las audiencias de los medios informativos, frecuentemente censurados por la izquierda que halaga a los posibles votantes musulmanes tras haber perdido a sus electores tradicionales.

En España esa censura es aún débil; hay periódicos autoproclamados progresistas, como el digital podemita Público, que divulgan hasta el setenta por ciento de comentarios islamófobos, aunque pronto los censurarán. El mismo porcentaje critica sin embargo la valla de la frontera con México, quizás por la proximidad cultural de España, mientras casi se olvidan las vallas españolas con cuchillas que impiden el paso incontrolado de inmigrantes africanos por Ceuta y Melilla.

En EE.UU., tanto como el miedo a nuevos actos del terrorismo yihadista, este rechazo mayoritario al Islam responde a una vuelta a la Ilustración frente a la reclamación multiculturalista de que se acepte la sharia, la poligamia o el matrimonio infantil. Exigencia de los musulmanes tan retadoras que ayudaron como redacción a propulsar al islamófobo Donald Trump a la presidencia.

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