Opinión

El armisticio

Nos hemos desayunado con la firma del armisticio entre Del Bosque y Casillas que quizá sea cierta o puede no serlo si bien la magia de Instagram es como la del cine, que puede hacer verdad de lo falso y ni se nota. Hoy en día casi todas las cosas buenas y malas se escenifican en las redes sociales y queda a beneficio del usuario creérselas o no creérselas, prolongar el cuento de hadas o tratar de quebrarlo bruscamente.

Periodista veterano como soy yo, siempre tuve como norma de comportamiento profesional no creer a pies juntillas todo aquello que me decían. Los tiempos pasan, los soportes por lo que viaja la información varían, pero el auténtico nudo de este apasionante mundo en el que los medios de comunicación se han movido desde que los remeros acudían a las barras de los barcos para obtener los primeros noticias que llegaban de países lejanos y, remando de vuelta, los incluían en las ediciones de sus gacetillas, no es otro que saber si lo que te cuentan va a misa. Las redes sociales en las que Del Bosque y Casillas se han dado el abrazo de Vergara –también este abrazo que puso fin a la primera de las guerras carlistas distaba mucho de ser espontáneo y solo significó la representación teatral de un acuerdo conseguido varias semanas antes- tienen la particularidad de que las informaciones proceden de sus mismos protagonistas y, por tanto, pueden estar tan manipuladas como sus autores deseen. Por eso, fiarse de ellas es un ejercicio que hay que practicar con prudencia y los textos que en ellas se incluyen vale más que los cojamos con pinzas.

Por mi parte, doy por buena esta avenencia y no seré yo quien la ponga en cuestión, sobre todo si tenemos en cuenta que los actores de esta escena del sofá están preparando concienzudamente su paso a la reserva. Del Bosque ha presentado su necesaria dimisión que ya debió producirse mucho antes y Casillas apura en el Oporto su último periodo de futbolista profesional en las ligas mayores con independencia de que firme un último contrato en cualquier competición de esas que se llevan a cabo en lejanos rincones del mundo a precio de oro en las que juegan hoy Villa, Xabi, Pirlo y otros ilustres futbolistas. Iker se lo merece. El caso es que ninguno continuará en la selección y se inicia sin ambos un nuevo ciclo.

Te puede interesar