Opinión

ELÉCTRICAS

Haciendo algo de memoria basta recordar que los embalses que convirtieron a la Galicia de los diez mil ríos mencionada por don Álvaro Cunqueiro en el país de los diez mil pantanos, se construyeron a expensas del pueblo cuando Franco, de manera servil ante personajes como Barrié de la Maza, conde de Fenosa por obra y gracia del Generalísimo, expolió pueblos enteros dejando a los vecinos sin casa y sin tierras, condenándolos poco menos que a la miseria. Me vienen a la memoria embalses como el de Prada y los habitantes de la desaparecida Albergaría por poner uno de infinidad de ejemplos, en los que con el argumento de todo por el progreso se pisotearon los derechos de aquellos a los que se suponía que debería beneficiar el mentado desarrollo, favoreciendo a una minoría.


Luego vino la expropiación forzosa a bajo coste de montes y fincas sin fin para instalar tendidos eléctricos, cuyos postes y cables abonaron a tocateja los vecinos propietarios de cada bombilla, aunque esa infraestructura iba a formar parte del patrimonio de las eléctricas que no aflojaron ni un céntimo por ellas.


Es decir, inversión escasa y beneficios astronómicos que impiden comprender para el ciudadano de a pie el déficit tarifario por el que han multiplicado por cuatro el recibo de la luz bajo la argucia de empapelarnos un recibo bimestral que después era mensual o estimado, para luego volver a pasar al bimestral, y todo ello aderezado con electrodomésticos ecoeficientes y bombillas de bajo consumo que hacen una artera interpretación del historial de consumo que figura en el recibo de la luz. Falso: no es el historial de consumo sino de lo que nos han cobrado. Y para ello basta con comparar los kilovatios consumidos y lo que nos han atracado por ellos.


La cuestión está en que si los embalses y tendidos eléctricos los ha costeado el pueblo, y el agua de los ríos corre gratis, el viento sopla en los aerogenerados a coste cero, y el sol ilumina de balde los paneles fotovoltaicos, cuál es la razón por la que la energía eléctrica es tan cara. Dejando al margen que las empresas energéticas ya han puesto el ojo en producir electricidad para la automoción, por la que el ministro Soria ya ha apostado usando el dinero público para que los ayuntamientos instalen puntos de recarga de coches (aquí se observa que por enésima vez las eléctricas van a explotar el tinglado mientras la infraestructura la pagamos entre todos, eso dejando al margen el hecho de que si producir electricidad es tan costoso para qué empeñarse en mover los coches con electricidad en lugar de con otras energías, salvo que en realidad producirla sea muy barato), la única razón que se me ocurre para que el recibo de la luz esté por las nubes es que cuando los ministros, directores generales y otros altos cargos de libre designación cesan en su actividad política acaban ocupando silla en el consejo de administración o de dirección de las grandes empresas eléctricas, y claro, los fabulosos sueldos de tanto ocioso habrá que pagarlos con algo. ¿Será con el dinero del recibo de la luz?

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