Occidente hace piña contra la crisis, que es, para decirlo de forma enfática, el moderno Leviatán, legendario mostruo serpiente descrito en el Antiguo Testamento como encarnación del Mal. En esta piña, EEUU ofrece a la Unión Europea una alianza de nuevo cuño para abatir, no a la bestia bíblica fabulosa, sino a las prosaicas barreras arancelarias en el plazo de dos años e instaurar una zona de libre comercio a ambos lados del Atlántico que adquiera la importancia debida para prevalecer sobre China, Rusia o Japón. Ya se intentó en varias ocasiones en el pasado pero a cada vez se escapaba como un objetivo móvil. Veremos ahora.
Así pues, Barack Obama anunció en su discurso del Estado de la Unión la negociación de un nuevo tratado entre Washington y Bruselas que podría estimular la creación de millones de empleos, un buen señuelo en los tiempos de recesión que corren pero difícil de alcanzar. Crisis obliga, hay que tratar a toda costa de lograrlo, tal es la opinión del ilusionante primer mandatario estadounidense, uno de los presidentes más ecuánime y equilibrado: persigue a la vez la creación general de riqueza, lucha contra la desigualdad y quiere mantener el mundo en paz -vasta y ambiciosa tarea- después del belicoso George W, Bush. Eso para que digan que no hay diferencia entre un presidente republicano y otro demócrata, que grosso modo representan a las ideologías enfrentadas de derecha e izquierda.
Triunfos desplegados en la baraja del actual jefe de la Casa Blanca antes de comenzar la partida, según la prensa internacional: el área del Atlántico norte crearía ya en la actualidad un flujo de inversiones directas que superarían el billón con b de euros, el comercio trasatlántico asciende a más de 440 mil millones de euros anuales, mayor que los intercambios entre e China y EEUU para tener un punto de referencia significativo. Y no son las cuentas de la lechera, un acuerdo que regule y adapte al mundo de hoy las transaciones comerciales será bien venido, generará ganancias mil millonarias tanto para Europa como para Norteamérica. Crearía estabilidad internacional, evitaría competencias estériles e indeseables dentro del mismo Occidente. Estos objetivos cifrados ya circulan por la red, las radios y las televisiones que repiten macchaconamente las mismas noticias al mismo tiempo en todas partes difundidas por las agencias de prensa, Associated Press, Reuter's, France Presse, Xinhua, Itar-Tass, Efe, que abastecen en información a los periódicos, y a los soportes informáticos como tabletas, twiter o youTube, que podemos seguir desde nuestro despacho por Google con un simple clic y que han convertido al mundo en un pañuelo. La información es ya universal, instantánea y ... desbordante.
Volvamos al meollo del asunto: el capitalismo norteamericano debe asociarse con el capitalismo europeo en un nuevo bloque, debe cambiar para hacerse más fuerte, es lógico, transformarse o morir diríamos de forma exagerada, tal es la nueva meta. Alíate y vencerás.
Esto en cuanto al lecho de rosas. El lecho de espinas de esta entente tan ambiciosa está constituido por una montaña de obstáculos, trabas y medidas arancelarias proteccionistas, hay que darle tiempo, se tardará al menos dos años, calculan los expertos, en despejar el terreno. Si se superan, se fundará a finales del próximo año un sistema de comercio euronorteamericano de grandes dimensiones, global, como muestran los gráficos y los cuadros dinópticos publicados, que marcará el segundo mandato de Obama y constituirá su legado. El momento para intentarlo es ahora inmejorable. Al lema famoso de 'yes, whe can' (Sí, podemos), sucedió el animoso ' forwrd ' (adelante), pronunciado con la sonrisa serena pero resuelta del presidente norteamericano que parece decirle a todos, tranquilos, yo me ocupo, dejármelo a mí.
En su discurso del Estado de la Unión, pronunciado en el Congreso, en sesión conjunta de la Cámara de Represemntantes y del Senado de los EEUU, pasó revista a los desafíos de los próximos cuatro años entre los que destacan internacionalmente el control de las armas de fuego en un país en el que hay al menos una por cada uno de sus 320 millones de habitantes y la reforma migratoria que permitirá legalizar a 11 mil millones de indocumentados, cifra mastodóntica como correspone a este estado de estados. Rechazó la austeridad y anunció puertas adentro medidas para favorecer un crecimiento económico que va a redundar ya de inmediato en el aumento del salario mínimo de 8 a 9 dólares la hora (1 dólar, 1,36 euros), confirmó la puesta en marcha de un modelo de instrucción preescolar y otras inversiones en educación, que constituyen la prioridad de la Administración Obama junto con la investigación y el medio ambiente. Supongo al lector interesado en estos datos someros acerca de lo que se gasta el dinero la primera potencia mundial.
Demasiado desembolso replicaron ipso facto los republicanos, defensores de la iniciativa privada y no de la ayuda del Estado. La solución de Obama es más impuestos, más dinero prestado y gastar más, dijo el senador de origen cubano Marco Rubio encargado de la réplica. Como amécdota de la sesión: Rubio interrumpió su intervención para pedir una botella de agua, su boca se había quedado seca en la sesión parlamentaria, según se apresuraron en en difundir todos los medios de comunicación enumerados antes.
Para desengrasar de tanta política y economía, demos un apunte de cultura. Me he comprado la 'Nueva Guía del Museo del Prado' del escritor José Ovejero, que curiosamente no tiene reproducciones. No importa, le he añadido las estampas de algunos cuadros recogidas por internet, fue para mi una visita virtual al Prado, que dejó demostrado que la belleza, el msterio, y el poder de ensoñación del arte son muy superiores a cualquier manifestación de la economía aunque ésta nos gobierne. Por ejemplo, el cuadro famoso del Bosco, el tríptico 'El Jardín de las Delicias', que tanto entusiasmaba a Felipe II que lo pidió en la hora de su muerte para contemplarlo, tiene más poder evocador y descriptivo del mundo, que cualquier tratado económico por exhaustivo que sea. De acuerdo, ambas manifestaciones debieran ser complementarias pero de tener que escoger entre la tosca economía y la rica y exuberante y poliédrica cultura siempre eligiré esta última.
