Opinión

Italia: el político, el potentado y el payaso

Miren, empecemos por este último, el payaso, el clown, Beppe Grillo, un atípico representante de la clase política italiana, líder del 'Movimiento 5 Estrellas', candidato antisistema que encaramó a su partido al tercer lugar - casi empatado con los otros dos, el centro izquierda de Pier Luigi Bersani y el centro derecha 'Pueblo de la Libertad', del incombustible Silvio Berlusconi.

Cómico que trabaja en el cine y en la televisión, Grillo, líder improvisado, ha irrumpido en la escena política italiana consiguiendo el apoyo por internet - una novedad- con votos de todos los confines del país en laspasadas elecciones del 24 y 25 de febrero. Se ha convertido en el tercero en discordia con nada menos que 108 diputados. Su irresistible ascensión constituye un palmo de narices a la deprimente actualidad transalpina y subraya el hartazgo de los votantes respecto a una clase política venal e inoperante. Crítico acerbo de la corrupción reinante, atrajo un abundante voto de protesta y no se casa con nadie burlándose de todo bicho viviente, imcluido su posible socio, el progresista Bersani, al que califica desconsideradamente de 'muerto que habla' y le anima a dimitir.

Con su facha habitual, vestido de chaqueta oscura, camisa fantasista y bufanda blanca, a sus 65 años, Beppe Grillo, hombre público porque quiere dar testimonio de discrepancia, canta las verdades del barquero a la sociedad que le rodea. Y, en su última burla, pide a los votantes de Bersani y Berlusconi que apoyen su propia investidura a la presidencia de la República; tiene entretenidos a los observadores internacionales por su mezcla de desparpajo, sensatez y divertido sentido común pero es improbable que cuaje como político.


TIRO ALZADO

En fin, Italia sigue siendo una dramática Commedia dell'Arte, género teatral del siglo XVI en el que los actores improvisaban sin texto escrito a partir de chistes y bromas espontáneas que entretenían al público. En la actual circunstancia, esta representación se acercaría a la tragicomedia de enredos.

La situación en Italia -y de resultas en la Unión Europea- está estancada con tres fuerzas políticas dispares que se anulan entre sí por habertenido sus líderes similar respaldo electoral, Grillo, Berlusconi y Bersani. Pero la política italiana es sutil y confía en superar estos trances, ya salió de otros.

Como en la famosa novela de Alejandro Dumas, en la que 'Los tres mosqueteros' eran cuatro con D'Artagnan, a estos tres candidatos tendremos que unir el dirigente tecnócrata Mario Monti, semihundido en las pasadas elecciones en el juego de la batalla naval italiana, y así obtendremos la situación actual de impasse en la vida política de Roma y por tiro alzado en la de Bruselas. El aún hoy primer ministro Monti obligó a los italianos a una política de austeridad en su corto mandato muy elogiada por la Unión Europea y por la administración estadounidense pero que dejó memoria amarga en Italia. En aras de la contención del déficit, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, acaba de elogiar en su primer viaje a Roma las difíciles decisiones tomadas por Monti pero la población italiana que tuvo que soportarlas, no está de acuerdo a juzgar por los pasados comicios. Además, las bolsas han caído y los mercados se han tambaleado a causa de la peripecia italiana.

El presidente de la Repúblca, Giorgio Napolitano, de 88 años, no quiere saber nada de elecciones anticipadas para despejar la intrincada coyuntura política y, en vísperas del fin de su mandato en mayo, ha añadido que no cre que su sucesor las convoque tampoco porque añairían inestabilidad al ya inestable momento presente.

En resumen, el que desenmarañe esta maraña, que ha conducido a la parálisis de Italia y causado graves problemas en Europa, buen desenmarañador será.


IGNÍFUGO

Digámoslo con una palabra culta, ignifugo, resistente al fuego, el potentado Silvio Berlusconni, que pervierte la política italiana desde hace décadas, está siendo investigado por la fiscalía de Nápoles por corrupción y financiación ilegal de su partido. El proceso, que el nabab hombre denegocios observa con una sonrisa sardónica, se refiere a un desembolso de 3 millones de euros que habría cobrado el senador Sergio de Gregorio por pasarse al 'Pueblo de la Libertad, nombre con que Berlusconi tiene el cuajo de designar a su propio partido. Si no fuera por la peripecia rocambolesca de que le han confiscado a 'Il Cavaliere' una caja fuerte en la que estarían los fondos incriminados y le han citado a declarar, el caso no sería más que una nueva raya del tigre para el trapisondista y adinerado personaje propietario de cadenas de periódicos y medios de comunicación, curtido en mil causas judiciales, cuya fortuna es una de las mayores de Europa.

El político Pier Luigi Bersani, líder del Partido Democrático, sería sin duda el mejor guía para seguir el hilo de Ariadna y salir del laberinto italiano si nosotros pudiéramos votar. Italia no debe quedar a la deriva, dijo Bersani. Declaró también que la austeridad por sí sola no basta, nos llevaría al desastre, la reducción del déficit y de la deuda hay que plantearla a medio plazo, la únicca urgencia absoluta es el empleo. Palabras mesuradas para la desnesura de la circunstancia italiana.

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