El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, debe comenzar a preocuparse porque no va tener los cien días de gracia que se otorgan a cualquier nuevo jefe del Ejecutivo para que se aprenda todos los asuntos a los que debe hacer frente. Pero a lo que debe prestar atención no es a que el PP vaya a hacer lo que mejor sabe cuándo está en la oposición, crispar la vida política, sino a los líderes de opinión que desde fuera del ámbito político van a tratar de influir en su futuro, como el tenista Rafa Nadal, que le ha pedido que convoque elecciones cuanto antes, y la princesa del pueblo, Belén Esteban, que manifestó desde su sitial televisivo que “no quiero que esté Pedro Sánchez” y eso que previamente había dicho que estaba a favor de la moción de censura contra Mariano Rajoy quien había contado con su voto. Para la fina analista política lo mejor es que los españoles sean llamados a las urnas para decidir quién quieren que sea el inquilino de la Moncloa.
