Opinión

Metabulo

De forma alucinógena los bulos se han hecho un hueco en el debate político para conformar la opinión pública. No son inocentes, sino malintencionados y algunos tan perverso que son el metabulo del bulo sobre la información del día. Que el director del gabinete de la presidenta de Madrid, Miguel Ángel Rodríguez (MAR), haya reconocido sin empacho que ha lanzado dos hechos alternativos, o sea, dos mentiras, sobre dos parejas de periodistas de sendos medios que informan sobre las andanzas del novio de Isabel Díaz Ayuso, que habrían acosado a los vecinos de la pareja para saber si han hecho obras ilegales -con lo fácil que es presentar los permisos del Ayuntamiento-, y otros dos “encapuchados” que habrían tratado de acceder a su vivienda, y que no le hayan dimitido o él mismo haya cesado, es algo incomprensible a no ser que se crea invulnerable y que puede realizar todo tipo de fechorías informativas porque siempre habrá quien se las crea y no las confirme. Como ha sucedido.   

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