A veces realizan acciones humanitarias, visitan hospitales, reparten regalos, y son los encargados de transmitir valores propios del deporte, el respeto, el fair play, el compañerismo, saber ganar y perder, aunque que a veces parecen acciones de marketing, de imagen, que les reporta beneficios extraordinarios. Pero los futbolistas, demasiado a menudo protagonizan hechos que van en contra de lo que pretenden representar. Ganan tanto dinero que a veces se les sube a la cabeza. Es el caso de un futbolista ruso Stanislav Manayev, del FC Tosno que juega en la División de Honor rusa a quien se ve en un video de Youtube sonándose la nariz con un billete de 500 rublos (70 euros) y se jacta de que podría dárselo a gente necesitada pero que no lo iba a hacer porque tenía mocos. Al mencionado jugador la federación de su país tendría que sacarle tarjeta roja y sancionarle con dureza por dos motivos, el primero por insensible y, en segundo lugar, por estólido.
