Opinión

Regeneración política

Lo mismo que la caridad entendida empieza por uno mismo, la regeneración política empieza por barrer la casa y descorrer las cortinas; y de la misma forma que cada ciudadano lleva en su ser un seleccionador nacional de fútbol, cada uno tiene también un programa completo sobre las reformas necesarias para hacer la democracia más atractiva y la vida pública un poco más respirable. Habrá quien ponga el acento en que para atajar la corrupción político-económica es preciso que dimitan los imputados; otros consideraran que lo esencial es la transparencia de cualquier organismo que disponga de dinero público; algunos más que los partidos no escondan sus cuentas. Para eso no hace falta consenso. Hace falta voluntad.

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