Y todavía están principiando. Vayan haciendo acopio de palomitas, cervezas o le que gusten. Será sesión continua. Si anteayer le tocó pasar a segundo plano a Guillermo Zapata, el breve concejal de Cultura de Madrid por ser de tuit inconsciente en 2011, ayer se pedía la cabeza de Rita Maestre, portavoz del Gobierno de Manuela. La jueza va camino de tener que resolver un caso al día en su equipo de gobierno. Coordinadora además de la Junta de Gobierno y responsable de Relaciones con el Pleno, la Fiscalía de Madrid pide a Rita Maestre un año de trullo por asaltar la capilla de la Universidad Complutense hace cuatro años. Irrumpir en el templo enseñando las 'lolas' al capellán y a unos estudiantes piadosos mientras se grita "el Papa no deja comernos las almejas", "menos rosarios y más bola chinas" y otras proclamas del estilo puede ser considerado delito contra los sentimientos religiosos. Vale un año de cárcel. Y puede que también excomunión política sin tiempo a haber pecado o roto algo.
Con escenificar una disculpa por los pecadetes de juventud tendría que resultar penitencia suficiente, pero el socialista Antonio Miguel Carmona ya ha pedido que la rapaza abandone la portavocía al estar imputada por un presunto delito venial. Será que en el PSOE, todos vírgenes o recién nacidos.
El secretario xeral de los socialistas, José Ramón Gómez Besteiro, quiere mostrarse como el candidato de mañana pero demuestra poco olfato gestual al servirse de fórmulas de ayer. Retirar a Paula Fernández del Senado para colocarse él por designación autonómica unos meses puede transmitir más interés por un cargo retribuido que por un proyecto político de futuro. ¿No puede el líder de los socialistas gallegos esperar unos meses hasta las Generales para encabezar una lista tras abandonar la presidencia de la Diputación de Lugo? Lógico que el grupo parlamentario popular avale la propuesta de sus colegas socialistas sin consultar con las otras fuerzas de la oposición. Además de enfadar a AGE y al BNG, Besteiro le ha regalado a Alfonso Rueda un argumento para zurrarle hasta que finalice la campaña electoral gallega del próximo año. Besteiro está en su derecho, pero tiene más tirón entre el electorado mozo un asalto a la capilla que al Senado.
