Opinión

Besteiro abre la Diputación a Cacharro

A principios del mes de noviembre de 2010, Francisco Cacharro Pardo apareció caminando a buen paso bajo un paraguas. Al llegar a la altura de la Diputación de Lugo mientras sopesábamos el sitio más conveniente para conversar con tranquilidad, la fotógrafa Casteleiro le pidió tomar una imagen. Aceptó posar delante de la institución que presidió durante 24 años, pero se negó a sobrepasar la acera "porque ahora ya están otros", quizá gracias a que Núñez Feijóo, siguiendo indicaciones de Manuel Fraga, decidió descabalgar a Paco Cacharro de la dirección del PP lucense porque lo consideraba "un desobediente ya que no le dejaba mangonear en la provincia". Tras décadas cosechando los mejores resultados electorales incluso cuando AP braceaba con más ilusión que pericia, Cacharro pasó de hacer campaña, aunque tampoco nadie se lo pidió, y el socialista José Ramón Gómez Besteiro llegó a la presidencia de la Diputación con el apoyo del BNG.
Anteayer, y a pesar de la opinión contraria de una parte de esos "otros", el líder del PSdeG decidió abrir las puertas de la institución para que se instalase la capilla ardiente del hombre que mandó en Lugo durante casi cinco lustros con aciertos y equivocaciones. El gesto y la lealtad institucional engrandecen a Gómez Besteiro. Las críticas del BNG y AGE por ceder el salón de plenos del Pazo de San Marcos para un acto que consideran del ámbito estrictamente familiar no los acercan a la realidad social. Algo así te invalida para opinar que la Iglesia vive alejada del mundo actual.
Primero con José Cuiña y ahora con Cacharro desaparecen dos figuras de la boina que defendieron la independencia del PPdeG frente a las injerencias de Madrid y los birretes, quizá porque no permitían que viniesen a "mangonear" en lo suyo, como tampoco consintió hasta su renuncia el ourensano José Luis Baltar.  
"No me he planteado qué dirá la Historia de mí. Supongo que el paso del tiempo dejará en su sitio a cada cual", afirmó durante aquella conversación Cacharro. La Facultad de Veterinaria de Lugo, referencia en Europa con el hospital veterinario Rof Codina, es un mérito que no se puede discutir. Y si caciqueó durante 24 años fue porque los lucenses lo votaron y le abrieron las puertas.

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