Con los políticos se queda canijo el atinado refrán que reza "cada uno cuenta la feria según le va". Un avezado periodista comentaba con mucha gracia que durante las campañas electorales salía convencido de todas las entrevistas con los candidatos. La confianza acostumbraba a desvanecerse cuando tiempo después le tocaba fiscalizar la gestión del ganador.
Según el Gobierno de la Xunta, Galicia, como Cuba, a pesar de los pesares va. Y va mejor que el resto de comunidades, predican de manera recurrente Feijóo y sus chicos. Las fuerzas de la oposición, en cambio, denuncian que la miseria castiga a muchos gallegos y critican el empobrecimiento de los últimos años.
¿A quién hacer caso? Las dos partes blanden con vehemencia un argumentario que va camino de resultar tan cansino como el hambre. Los pobres, como decía el genial Saramago, no duermen o duermen para soñar con las preocupaciones.
La Agencia Tributaria publicó el pasado 1 de julio los ingresos medios de los gallegos por rendimientos del trabajo personal en el ejercicio 2012. Y los concienzudos números del fisco indican que han decrecido un 3,5% en relación al año anterior, situándose en 16.186,28 euros.
Pero hay 270.932 personas que ya les gustaría estar en la media, pues perciben entre 6.000 y 12.000 euros al año por doblar el espinazo cada día. Los que cobran entre 12.000 y 21.000 euros son la franja mayoritaria, ya que la cifra es de 332.761 trabajadores. Esta soldada permite llegar a primeros de mes con cierta holgura y las tarjetas tambaleándose. 171.960 personas pueden darse el 'lujazo' de pisar por los pelos la siguiente hoja del calendario, ya que su salario está entre 21.000 y 30.000 euros. Y, sobre el papel, aunque dependiendo del nivel de vida, 141.642 gallegos pueden dormir con cierta tranquilidad ya que la ganancia anual está entre 30.000 y 60.000 euros. Somos muy riquiños, aunque ricos no hay demasiados: 23.814 personas ganan entre 60.000 y 150.000 euros ; 2.180 ingresan entre 150.000 y 601.000 y esta renta anual sólo la superan 161 privilegiados.
Ésta es la situación real del bolsillo descosido de los gallegos, según la radiografía de la Agencia Tributaria. Son datos, lo demás es revolver la feria.
