En contra de la costumbre en esta casa, en vez de acudir a la mani del Primero de Mayo para conmemorar el movimiento obrero mundial, la conviviente sugirió un paseo por la provincia de Palencia para embobarnos con la pureza del románico.
Con once ministros de la coalición progresista del Gobierno arropando a las fuerzas sindicales en el acto de Madrid y la confusión de muchos obreros sobre qué corriente política representa los intereses de la clase mayoritaria, la propuesta de pasar la jornada entre piedras, románico y Camino sonó a Cantigas de Santa María por la parada en la iglesia de Villalcázar de Sirga, que no es románica, sino templo-fortaleza templario, e inspiró alguna de las composiciones en gallegoportugués de Alfonso X el Sabio.
Esa mole en mitad de una de las etapas más bonitas del Camino, con el cereal todavía verde meciéndose en el mar de campos palentinos, es una pedrada para los sentidos. Pero se llegó con la boca abierta por el reguero de peregrinos que recorrían la senda de tierra en paralelo a la carretera durante los doce kilómetros que separan Carrión de los Condes de Villalcázar de Sirga. La cuenta se perdió a los 200.
A la hora de la comida los garitos de Frómista estaban en ebullición para atender a peregrinos, sobre todo extranjeros. Y toda esa peña se dirige a Santiago para acabar en Fisterra. El Camino Portugués, tradicional y de la Costa, está a punto de superar al Francés, si no lo ha hecho ya, en afluencia.
Al escribir el folio apareció un correo del PPdeG señalando que el Parlamento gallego aprobó por unanimidad solicitar al Gobierno la declaración del Xacobeo 2027 como acontecimiento de excepcional interés para fomentar el mecenazgo desde 2025. Mucho Camino.
