Hoy toca viajar a Ourense para asistir al regreso de Miguel Ánxo Bastos Boubeta, profesor de Ciencias Políticas en la USC, al Foro La Región con titulares y seísmos por las risotadas garantizados durante su disección del jaleo mundial. Impensable perdérselo. Otro enredo, pero por jarana doméstica, ordena llegar el sábado a Oviedo tras pasar por A Coruña. Los compromisos laborales obligan a regresar el domingo a la ciudad más marítima del Estado para no faltar el lunes al tajo. Como el punto de salida es León y hay aviso de nieve, la prudencia recomienda tren, pero la puntualidad horaria señala coche.
El tren más rápido recorre los 297 kilómetros que separan León de Ourense en 4 horas y 16 minutos, si la disponibilidad de plazas se sincroniza con la horaria, pero hay trenes que les lleva cinco horas, seis y hasta nueve.
El buscador de Renfe “toleou” con la consulta. Entre A Coruña y Oviedo hay una distancia parecida, pero el tren, si es que la ruta continúa operativa –ayer decía “servicio temporalmente fuera de servicio” sin especificar si se trataba del sistema al estar todo el mundo a la caza de un billete– tarda entre nueve y diez horas.
La pega es cuando quieres ir al norte y no a Madrid ni pasar por Madrid
En dos te plantarías en Madrid desde León y en un poquito más desde Ourense. La pega es cuando quieres ir al norte y no a Madrid ni pasar por Madrid, como sucede la mayor parte de las veces. Por eso resulta capital en esta esquina, y más para los de la esquina de la esquina, que el Consejo de Ministros haya autorizado la construcción de la plataforma baipás de Olmedo (Valladolid), conocida como la “U de Olmedo”, que permitirá a la alta velocidad llegar a Euskadi sin tocar Madrid. Y a Ourense le quedará París, una vez esté concluida la “Y” vasca, a ocho horas.
