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Igual que para los mayores, el agua es la mejor bebida para los niños. Es la más refrescante y la que necesitamos para vivir. Pero siempre y cuando los pequeños ya no sean lactantes; en esa etapa la leche es lo único que necesitan. Luego, sobre un litro diario es suficiente, cantidad que va aumentando según el niño crece.
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Leche. Es lo único de lo que nos alimentamos en nuestros primeros meses de vida y luego, con el paso del tiempo, continúa siendo un alimento muy importante en nuestras dietas. Sobre todo por su gran aporte en calcio, imprescindible para que los huesos crezcan fuertes y sanos.
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¿Se te ocurre alguna otra forma de beber? No todos los líquidos que ingerimos vienen en vaso. Si lo piensas, las sopas o caldos también son una buena fuente de agua, sobre todo si son caseros y no llevan demasiado aporte en sal. O la fruta, porque algunas de ellas son pura agua…
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Si te apetece innovar y probar cosas diferentes, otra bebida saludable que puedes tomar son los batidos. Pero cuidado con los azúcares. Lo mejor es que te los hagas tú en casa mezclando leche y fruta. Puedes ponerte creativo e innovar en tus meriendas cada día con un sabor diferente.
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¿Ya sabes lo que toca, no? Hay ciertas bebidas que deberías evitar y, aunque están hechas para que nos encanten en el paladar, seguro que ya sabes que no son nada buenas para tu salud. Edulcoradas, con gas y muchísimo azúcar. Esos tres ingredientes no fallan y son perjudiciales para tu crecimiento.
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