Las primeras semanas del curso coinciden con la llegada del otoño y eso significa que todavía pueden aprovecharse algunos días para disfrutar del aire libre y trasladar las clases al exterior para complementar la formación con todo lo que ofrece la naturaleza. Y eso lo saben los alumnos de Educación Infantil de Salesianos, que gozan de las tardes de estos meses y aprovechan el buen tiempo para aprender en todo el colegio.
El huerto escolar es una de las paradas obligadas cuando la meteorología lo permite. Allí fueron para participar en unas actividades de cuentacuentos y, sobre todo, se centraron en recoger los erizos de castañas y hojas. Con estos materiales trabajan luego en clase el proyecto del otoño y van realizando creaciones preciosas, lo que les tiene muy ilusionados y contentos en estos primeros meses del curso.
Pero estas buenas temperaturas también les permiten salir del aula para mucho más, como es desarrollar algunas actividades que requieren mayor espacio y libertad de lo que pueden encontrar dentro. Prueba de ello son estas imágenes, donde se les ve realizando construcciones, con las que se divierten a la vez que juegan, aprenden. Después colaboran muy bien para recoger y dejar todo ordenado en su sitio. Jugar, aprender, divertirse, cuidar, ordenar y colaborar son verbos que los pequeños de Salesianos conjugan a la perfección.
