La rehabilitación de la aldea de Couso (Sarreaus) ha despertado una fuerte expectación entre vecinos de la provincia y foráneos. Cada fin de semana concentra a más de un centenar de vehículos en el entorno del pueblo de personas que acuden a visitarla. La inauguración, que estaba prevista para Semana Santa, está pendiente de la licencia de apertura de Turismo. El Concello considera que generará dinamismo económico en el municipio. Además, la iniciativa favorece la compra de casas casas viejas para restaurar.
Couso ya no es un pueblo fantasma abandonado. La rehabilitación integral que ha registrado para reconvertirse al turismo rural ha despertado una fuerte expectación entre vecinos de la provincia y foráneos. Así, cada fin de semana, concentra a más de un centenar de vehículos en el entorno del pueblo de personas que se acercan con el fin de visitarla. La inauguración y puesta en marcha sólo está pendiente de la licencia de apertura por parte de Turismo, un permiso sin precedentes pues se trata de un pueblo completo, dice el alcalde, Gumersindo Lamas. El complejo cuenta con 14 casas para alojamiento, restaurante, cocina, dos molinos, un horno, pequeñas callejuelas, el río Limia que atraviesa la aldea y un entorno que infunde paz.
Gumersindo Lamas señala que la iniciativa no sólo dinamizará el municipio, tal y como se observa ahora con la avalancha de visitas que está registrando, sino que también revalorizará los pueblos del entorno. Hay personas que están preguntando si hay casas viejas para rehabilitar, que está interesada en conocer las condiciones para comprar, pero también puede animar a los propios vecinos a emprender iniciativas, expone.
Y afirma que el fenómeno turístico que registrará el municipio, que cuenta con 1.800 habitantes, repercutirá positivamente sobre la calidad de vida de los vecinos. Incluso podría ser una forma de recuperar población, pues en el momento en que funcione, habrá quien opte por residir en este entorno. El efecto no será a corto plazo, pero sí puede darse con el tiempo.
22 habitaciones
El propietario de la aldea es un empresario riojano, José María Galán Martínez, que quedó prendado hace 20 años del paisaje, las condiciones para la caza y de la hermosura del lugar y decidió comprarla para restaurarla. La rehabilitación culminó con la habilitación de 22 habitaciones de primer nivel para los visitantes de la zona.
La gente que se acerca al pueblo a conocerla queda maravillada porque realmente da gusto ver la restauración en la que se ha respetado la tipología de antigua, valora Gumersindo Lamas.
Una de las ideas que ha barajado el dueño del complejo turístico es que sea explotado por una empresa o institución pública y que se puedan realizar con gresos, actos culturales, además de los tradicionales usos de ocio. Pero sea como fuere, lo más importante es que renace de las ruinas un pueblo desaparecido que generará vida, dice el alcalde del municipio.
Muchos foráneos preguntan por la fecha de apertura y, si la burocracia no la demora, podría estar en funcionamiento durante el verano. Confiamos en que sea así, aunque el plazo exacto sólo depende del último trámite que debe resolver Turismo, concluye.
Gumersindo Lamas señala que la iniciativa no sólo dinamizará el municipio, tal y como se observa ahora con la avalancha de visitas que está registrando, sino que también revalorizará los pueblos del entorno. Hay personas que están preguntando si hay casas viejas para rehabilitar, que está interesada en conocer las condiciones para comprar, pero también puede animar a los propios vecinos a emprender iniciativas, expone.
Y afirma que el fenómeno turístico que registrará el municipio, que cuenta con 1.800 habitantes, repercutirá positivamente sobre la calidad de vida de los vecinos. Incluso podría ser una forma de recuperar población, pues en el momento en que funcione, habrá quien opte por residir en este entorno. El efecto no será a corto plazo, pero sí puede darse con el tiempo.
22 habitaciones
El propietario de la aldea es un empresario riojano, José María Galán Martínez, que quedó prendado hace 20 años del paisaje, las condiciones para la caza y de la hermosura del lugar y decidió comprarla para restaurarla. La rehabilitación culminó con la habilitación de 22 habitaciones de primer nivel para los visitantes de la zona.
La gente que se acerca al pueblo a conocerla queda maravillada porque realmente da gusto ver la restauración en la que se ha respetado la tipología de antigua, valora Gumersindo Lamas.
Una de las ideas que ha barajado el dueño del complejo turístico es que sea explotado por una empresa o institución pública y que se puedan realizar con gresos, actos culturales, además de los tradicionales usos de ocio. Pero sea como fuere, lo más importante es que renace de las ruinas un pueblo desaparecido que generará vida, dice el alcalde del municipio.
Muchos foráneos preguntan por la fecha de apertura y, si la burocracia no la demora, podría estar en funcionamiento durante el verano. Confiamos en que sea así, aunque el plazo exacto sólo depende del último trámite que debe resolver Turismo, concluye.
