El actual regidor cree que si se aplica la ley vigente no bastarán los cinco votos críticos para destituirlo

Calvos debate la censura bajo serias dudas por el resultado

Pleno en el que los partidarios de Aquilino Iglesias impidieron el debate de la moción en 2008. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Dos años y medio después, y dirimidos un sinfín de recursos y resoluciones judiciales instando a la repetición del pleno entretanto, Calvos de Randín prevé acoger hoy el debate de la moción de censura que no pudo celebrarse el 10 de junio de 2008.
Aquel día, vecinos partidarios alcalde, Aquilino Valencia (PSOE), impidieron el acceso al pleno de cinco concejales del grupo de no adscritos (cuatro que eran del PP y el exedil socialista que se alió con ellos, José Manuel Andrade). La Subdelegación del Gobierno habrá desplegado -a petición del alcalde y de un juzgado de Ourense- un dispositivo 'suficiente' de agentes y policías judiciales de la Guardia Civil y los cinco censurantes han convocado una comperencia a la una de la tarde para hablar del asunto, sin que haya trascendido su contenido.

Una vez iniciado el pleno, ¿qué puede ocurrir? Las partes implicadas trabajan con dos escenarios. La disparidad viene dada por la entrada en vigor, en el mes de enero, de la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg). Entre sus novedades, se halla la desactivación del papel clave de los tránsfugas en las mociones de censura municipales. El artículo 197 señala que 'la censura deberá ser propuesta, al menos, por la mayoría absoluta del número legal de miembros de la Corporación'. En el caso de Calvos, cinco. Pero añade: 'En el caso de que alguno de los proponentes de la moción formara o haya formado parte del grupo político al que pertenece el alcalde cuya censura se propone, la mayoría exigida en el párrafo anterior se verá incrementada en el mismo número de concejales que se encuentren en tales circunstancias'.

Esto quiere decir, para Aquilino Valencia, que puesto que el Concello tiene nueve concejales, para que la moción de censura salga adelante tendrían que firmarla no sólo el concejal tránsfuga que abandonó las filas del grupo de gobierno y los otros cuatro, sino un sexto edil. 'Cando unha lei entra en vigor, como lei orgánica que é deroga á que modifica. O PP necesitaría seis votos. Estou tranquilo', afirmó.

José Manuel Andrade, aspirante a hacerse con la alcaldía con el apoyo del PP, maneja otra teoría. 'Non entendo que haxa que aplicar unha modificación lexislativa que non existía cando se tiña que ter celebrado o pleno, en 2008. O alcalde leva tres anos usando tretas para dilatar o pleno e aproveitarse do cambio dunha lei. Eu creo que o voto de cinco ediles é suficiente para tumbar ao alcalde', señala. Pero completa su argumento: 'Se eu cometo un asasinato con 17 anos e son xulgado dentro de dous, cando teño 19, aplícaseme a Lei do Menor. Co tema que nos ocupa, ocorre o mesmo'.

La disparidad con la que las partes llegan al pleno de esta tarde hace prever que, sea cual sea el resultado, incluso si la sesión se celebra o no, que todo puede pasar, éste acabará en los juzgados .

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