Víctor Casemiro nació en Río de Janeiro hace 43 años y con 7 años viajó por primera vez a Xinzo de Limia, concretamente, a San Pedro de Laroá, para conocer sus raíces paternas.
De padre limiano y madre brasileña, este empresario retorna a Galicia siempre que puede, puesto que aquí conserva a la mayor parte de su familia.
¿Cuántos años hace que emigró su padre a Río de Janeiro?
Hace 50 años dejó San Pedro de Laroá y se marchó a Río de Janeiro, allí residió hasta que falleció. Sin embargo regresó a Galicia en numerosas ocasiones en todo este tiempo.
¿Por qué decidió emigrar?
Es una historia muy larga, pero el motivo principal fue el trabajo. Quiso buscar una vida mejor. A el no le gustaba la agricultura, que era la actividad principal aquí. Mi padre era muy aventurero, vio que mucha gente se marchaba "a hacer las américas" y el decidió hacer lo mismo.
¿A qué se dedicó allí?
A la actividad comercial. Tuvo bares, restaurantes, mercerías y cristalerías . De esto último vivo yo hoy en día. Trabajamos con cristal y aluminio para fabricar ventanas y puertas. Tenemos dos empresas de eso: la que creó mi padre y la mía propia.
¿Cuándo vino usted a Galicia por primera vez?
Cuando tenía 7 años. Mi padre nos quiso traer en invierno para que viésemos la nieve. Nunca antes lo habíamos hecho.
¿Qué fue lo que más le llamó la atención?
Algo muy curioso. Me llamó la atención que, a la hora de comer, la bebida se pudiera dejar en la mesa y servirse cuando fuese oportuno. En Brasil hay que sacarla directamente de la nevera para beber porque de lo contrario se calienta.
¿Con qué frecuencia suele venir a Xinzo?
En toda mi vida habré regresado hasta en 10 ocasiones.
¿Su padre les hablaba mucho de San Pedro, de Xinzo y de Galicia?
Sí, muchísimo. Nos contaba cosas de la agricultura y de las fiestas de los pueblos. Aventuras de cuando era joven.
¿El extrañaba Galicia?
Si, lo hacía. Pero pienso que una vez que ya creó su propia familia y tenía su negocio, volver atrás era una decisión muy difícil.
¿Usted se vería viviendo aquí?
Yo si, por qué no. Pero es difícil, es lo mismo que debió sentir mi padre. Mi hijo ya es mayor, estudia allí y nuestro núcleo familiar está en Río de Janeiro. Por otra parte creo que no me adaptaría, tendría que buscar un sitio más grande.
¿De San Pedro qué es lo que más le gusta?
Los recuerdos que tengo de niño. Fue una época muy especial.
¿Y de Xinzo de Limia?
Los carnavales. A mí y a mi hijo. Él se vistió con el traje de Pantalla en la última ocasión en la que estuvimos aquí.
¿En qué se diferencian de los de Río de Janeiro?
En todo. En Brasil está más orientado al tema de la sensualidad, a las mujeres, a los trajes llamativos y a los carros alegóricos, son muy grandiosos. Aquí es una fiesta más popular. En Brasil es un negocio que mueve dinero a gran escala.
Y a su hijo, ¿qué es lo que más le gusta?
La comida. Sobre todo la empanada gallega y el chorizo. A los dos nos encantan.
