El acuerdo definitivo modificará la superficie protegida para que no afecte a las infraestructuras agrarias

Un comité de seguimiento de la ZEPA velará por la protección de la aves y los usos agrícolas

Xosé Benito Reza, a la izquierda, durante una de las reuniones sobre la ZEPA en Santiago.
El largo conflicto por la implantación de la ZEPA en A Limia parece estar en vías de solución definitiva. El grupo de trabajo formado por la Consellería de Medio Ambiente, sindicatos agrarios y ecologistas perfila un texto de consenso basado en una modi ficación del texto del decreto de Medio Ambiente sobre la ZEPA (cuya superficie podría reducirse) y en la creación de un comité de seguimiento permanente para garantizar que no haya conflictos entre el uso agrícola y la protección de aves en la zona.
El grupo de trabajo que estudia desde hace meses la implantación de una Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA) en A Limia está a punto de llegar a un acuerdo definitivo que cierre el conflicto creado en la comarca limiana por el temor de los labradores a que esta zona afecte gravemente a la actividad agrícola.

Fuentes de toda solvencia confirmaron que el acuerdo definitivo entre la Consellería de Medio Ambiente, los sindicatos agrarios y grupos ecologistas podría ultimarse el día 15 enn Santiago. El acuerdo pivotará sobre dos ejes: la redacción de un nuevo decreto sobre la ZEPA, cuyo borrador ya fue presentado por Medio Ambiente a las otras partes, y la creación de un Comité de Seguimiento Específico de la ZEPA en el que participarán las tres partes del actual grupo de trabajo, más las consellerías de Medio Rural y Política Territorial.

El objetivo del comité será asegurar que en ningún caso los futuros proyectos de ejecución de regadío y de mejora de infrestructuras en A Limia (previstos por Medio Rural) choquen en el futuro con la protección de aves. Así, se planea dejar fuera de la zona de protección espacios afectados por las mejoras en infraestructuras agrarias. De esta forma, existirá un compromiso expreso para la protección de aves, pero siempre garantizando la continuidad actividad agrícola. Este hecho era destacado por Xosé Benito Reza, director xeral de Conservación da Natureza, que valoró que podrían reducirse las 10.000 hectáreas contempladas inicialmente para la ZEPA, pero ’eso depende da delimitación definitiva da zonificación, que aínda está pendente’. De la ZEPA quedarán expresamente excluidos suelos cuyo uso no sea rústico, como los de equipamientos. Este ’ajuste’ de la delimitación no afectará a la exigencia de la Unión Europea sobre la declaración de la ZEPA.

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