La Confederación Hidrográfica del Norte reconoce que las comunidades de regantes de A Limia llevan esperando casi cuatro años por la autorización de caudales. Sin embargo, afirma que se trata de una decisión que entraña estudios en profundidad que, en este momento desarrolla un equipo de la Universidad de Vigo, para determinar si tiene impacto medio ambiental, es decir, si el río Limia y sus afluentes pueden soportar la extracción de agua en el entorno. Por ello, añade, no hay plazos para el regadío.
Un equipo de la Universidad de Vigo está realizando un estudio a fondo para recoger datos sobre los recursos hidrícos de la comarca de A Limia que permitan determinar si la Confederación Hidrográfica del Norte puede autorizar los caudales solicitados por las comunidades de regantes de la zona, que en los últimos días mostraron su indignación porque llevan cuatro años aguardando permiso para poder iniciar las obras de modernización del regadío.
La Confederación reconoce la espera de los regantes y la justifica en que no es fácil tomar una decisión, hacen falta muchos datos que avalen que el río Limia y sus afluentes pueden soportar la extracción de agua sin dañar el ecosistema. Esto lleva tiempo.
Tiempo
Y matiza que, pese a la impaciencia de las comunidades de regantes, en este momento no hay plazos sobre cuándo podría autorizar los caudales. Son procesos complicados, que exigen tiempo, argumentó.
Confirma que las comunida des de regantes de Alta Limia, Lamas Ganade y Corno do Monte, entregaron estudios sobre el impacto medio ambiental que vamos a cotejar con nuestros datos. De hecho, hay una discrepancia en los índices de pluviometría pues para nosotros el índice de precipitaciones es inferior al que citan los regantes en sus informes, expone la Confederación Hidrográfica. Además, insiste en que los expertos de la Universidad que llevan a cabo la recogida de datos en la comarca son obje tivos y muy rigurosos pues en esto de la concesión de caudales siempre hay intereses encontrados, tanto de los ecologistas como los afectados o de otros ámbitos. De ahí, que hay que tener muy claro que no exista daño al medio ambiente.
La Confederación reconoce la espera de los regantes y la justifica en que no es fácil tomar una decisión, hacen falta muchos datos que avalen que el río Limia y sus afluentes pueden soportar la extracción de agua sin dañar el ecosistema. Esto lleva tiempo.
Tiempo
Y matiza que, pese a la impaciencia de las comunidades de regantes, en este momento no hay plazos sobre cuándo podría autorizar los caudales. Son procesos complicados, que exigen tiempo, argumentó.
Confirma que las comunida des de regantes de Alta Limia, Lamas Ganade y Corno do Monte, entregaron estudios sobre el impacto medio ambiental que vamos a cotejar con nuestros datos. De hecho, hay una discrepancia en los índices de pluviometría pues para nosotros el índice de precipitaciones es inferior al que citan los regantes en sus informes, expone la Confederación Hidrográfica. Además, insiste en que los expertos de la Universidad que llevan a cabo la recogida de datos en la comarca son obje tivos y muy rigurosos pues en esto de la concesión de caudales siempre hay intereses encontrados, tanto de los ecologistas como los afectados o de otros ámbitos. De ahí, que hay que tener muy claro que no exista daño al medio ambiente.
