Los ladrones de terneros reaparecieron en la 'raia' y sustrajeron 37 novillas de raza cachena en una explotación de Montalegre. Los animales, que pastaban libremente por una finca, estaban valorados en más de 50.000 euros.
El robo se produjo en la madrugada de ayer después de que los cuatreros, al igual que en los asaltos que vienen registrando en los últimos meses en A Limia, cortarán la verja que cerca la explotación para cargar los animales, posiblemente en dos camiones.
La Guardia Nacional Republicana lusa sospecha que los cuatreros tenían perfectamente estudiado el terreno, dado que para que no se desperdigara ninguna cabeza las condujeron y amontonaron en un camino estrecho, a través del que las hicieron entrar directamente al vehículo. El citado camino tienen paredes de piedra a ambos lados, por lo que los animales difícilmente se podían escapar.
Al igual que en los robos de A Limia, los agentes sospecha que los ladrones utilizaron un empujador eléctrico para cargar los animales con rapidez en el coche.
CUARENTA RESES
Las novillas eran propiedad de un conocido empresario de Montalegre, que no se percató del robo hasta que comenzó a amanecer cuando acudió a dar de comer a los animales y vio que de las 40 cabezas que tenía sólo había quedado tres.
Al lugar acudió de inmediato una patrulla de la Guardia Nacional Republicana que, tras realizar una inspección ocular en la explotación, alertó del robo a los cuarteles de la Guardia Civil de Xinzo y Verín ante la posibilidad de que el ganado fueron sustraído para introducirlo en mataderos clandestinos españoles.
Los agentes lusos también establecieron controles en todas las carreteras del norte del país vecino, pero la medida no había dado fruto en la noche de ayer.
El robo ganado en la localidad lusas se produjo cuando hacía un mes del último asalto en la comarca de A Limia, en la que los ladrones se apoderaron de 14 reses en una granja de la localidad de Damil, a un kilómetro de Xinzo.
La Guardia Civil intensificó los controles ante la oleada de robos (viviendas, explotaciones ganaderas y locales comerciales) que está registrando en la comarca limiana. A la vigilancia se sumó el pasado viernes un helicóptero, patrullando desde el aire.
La Guardia Nacional Republicana lusa sospecha que los cuatreros tenían perfectamente estudiado el terreno, dado que para que no se desperdigara ninguna cabeza las condujeron y amontonaron en un camino estrecho, a través del que las hicieron entrar directamente al vehículo. El citado camino tienen paredes de piedra a ambos lados, por lo que los animales difícilmente se podían escapar.
Al igual que en los robos de A Limia, los agentes sospecha que los ladrones utilizaron un empujador eléctrico para cargar los animales con rapidez en el coche.
CUARENTA RESES
Las novillas eran propiedad de un conocido empresario de Montalegre, que no se percató del robo hasta que comenzó a amanecer cuando acudió a dar de comer a los animales y vio que de las 40 cabezas que tenía sólo había quedado tres.
Al lugar acudió de inmediato una patrulla de la Guardia Nacional Republicana que, tras realizar una inspección ocular en la explotación, alertó del robo a los cuarteles de la Guardia Civil de Xinzo y Verín ante la posibilidad de que el ganado fueron sustraído para introducirlo en mataderos clandestinos españoles.
Los agentes lusos también establecieron controles en todas las carreteras del norte del país vecino, pero la medida no había dado fruto en la noche de ayer.
El robo ganado en la localidad lusas se produjo cuando hacía un mes del último asalto en la comarca de A Limia, en la que los ladrones se apoderaron de 14 reses en una granja de la localidad de Damil, a un kilómetro de Xinzo.
La Guardia Civil intensificó los controles ante la oleada de robos (viviendas, explotaciones ganaderas y locales comerciales) que está registrando en la comarca limiana. A la vigilancia se sumó el pasado viernes un helicóptero, patrullando desde el aire.
