Los feligreses esperan que la rotura de la fundición, de casi un siglo de antigüedad, pueda ser reparada

El débil tañido de una campana rota moviliza a los fieles de Xinzo para costear su reparación

Campanario de la iglesia parroquial de San Pedro de Laroá, del siglo XVIII, en Xinzo. (Foto: Xesús Fariñas)
Los ecos de San Pedro suenan roncos en Laroá. El resquebrajamiento de una campana de la iglesia de esta aldea de Xinzo, que provoca que los tañidos no se oigan bien en toda la parroquia, ha llevado a los fieles a organizar una recogida de fondos para intentar repararla. El arreglo supone casi 3.000 euros, poco menos que comprar otra. La otra campana del templo de San Pedro de Laroá, construido en el siglo XVIII, no está en mejores condiciones. Los tañidos, comentan los más mayores, no son como antes.
La disyuntiva: o reparación o tiramos la vieja para comprar una nueva. Los años pasan para todos, también para la campana de la iglesia parroquial de San Pedro de Laroá, en Xinzo. El tañir de la campana suena ronco hace tiempo a causa de una brecha en la campaña de fundición.

El hecho de que el campanario disponga de otra campana, que tampoco está en perfecto estado, consuela poco. Los tañidos deben ser poco intensos, ya que un golpe demasiado fuerte en la fundición puede romperla definitivamente. Así las cosas, los fieles de la parroquia se han puesto manos a la obra y los tres pedáneos de la zona, San Pedro, Paredes y Rebordechá, iniciarán una campaña de recogida de fondos para poner fin a la situación. El pedáneo de San Pedro, Antonio Fernández Veiga, expuso que la campana fue refundida por última vez hace medio siglo y ‘tiene un considerable valor artístico, ya que uno de los materiales predominantes en la aleación es el platino’. La iniciativa de los fieles y los pedáneos es respaldada por el párroco de San Pedro, Joaquín Borrajo.

Posible reparación

Según el pedáneo de San Pedro ‘no sabemos si va a ser posible repararla o no, pero el precio de comprar una nueva es de más de 3.000 euros’.

Varios vecinos expresaron que la campana no se oye bien hace ya mucho tiempo. El repicar de las campanas se escucha antes del inicio de la misa, en caso de que se produzca algún deceso en la parroquia (formada por más de 300 residentes) o en la hipótesis de algún tipo de emergencia como un incendio, como el que tuvo lugar hace cuatro años y que a punto estuvo de calcinar varias casas de la aldea. La iglesia de San Pedro es una de las más notables muestras de la arquitectura románica en A Limia durante el siglo XVIII.

HURTO

Intento de robo en Rebordechá

Alguna de las campanas de fundición de capillas e iglesias radicadas en la comarca de A Limia ha estado a punto de ser objetivo de robos durante los últimos años. En el caso de la Rebordechá, unos gamberros intentaron hace cinco años sacarla de la parte alta de la capilla para llevársela, aunque el tañir de la campana fue el mejor remedio para evitar el acto delictivo, tras ahuyentar a los ‘cacos’. Los materiales más usados en la la fundición son el bronce y el estaño, además de metales como el platino. La forja, pese a tener una considerable resistencia, va degradándose con los años por el uso diario del repiqueteo. El precio de una buena campana de una iglesia rural ourensana puede incluso superar los 4.000 euros.

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