El párroco de San Pedro de Laroá recaba datos entre los feligreses para rehacer las partidas bautismales

El extravío de tres libros parroquiales deja sin fe de bautismo a cientos de fieles en Xinzo

La iglesia de San Pedro de Laroá, construida a comienzos del siglo XVIII. (Foto: Xesús Fariñas)
Seis generaciones han pasado, de golpe, a no haber sido bautizadas nunca en San Pedro de Laroá, Xinzo. El extravío de los libros de bautismo en la parroquia tras la muerte del anterior párroco está llevando a cerca de medio millar de personas a tener que revivir su historia y concretar en un documento fechas y nombres relacionados con su paso por la pila bautismal hace 40, 60 u 80 años. El actual párroco considera que recopilar con exactitud los datos de todos los bautizados vivos será ‘casi imposible’.
De momento, nadie puede afirmar con rotundidad si es un extravío, un robo o una pérdida intencionada. Lo único cierto es que una de las parroquias más grandes de Xinzo no tiene ningún tipo de registro de los bautismo que se han hecho desde su construcción, en el siglo XVIII.

Todo comenzó hace ahora un año, con motivo del fallecimiento del párroco José Sánchez Justo. Hasta la llegada, tres semanas después del actual, Joaquín Borrajo. Borrajo se encontró con las cuentas de la parroquia a cero y sin tres libros de registro sobre los bautismos en la iglesia.

Nadie sabe si don José o alguno de sus sobrinos y herederos trasladaron esos libros de la casa parroquial a un domicilio particular. Durante 15 días las llaves de la casa parroquial estuvieron en posesión de los herederos del ex sacerdote, hasta que con la llegada del nuevo párroco, se cambiaron las cerraduras.

Joaquín Borrajo relata que ‘un sobrino y heredero de don José me dijo que no tenía esos libros del bautismo. Yo no puedo saber si eso es o no verdad, si fueron destruidos o se han extraviado. Lo único cierto es que a día de hoy no los tenemos’.

Así las cosas, los responsables de la parroquia aseguran que no ‘tuvimos otra opción que intentar reconstruir los datos de esos libros de bautismo de las personas vivas de la parroquia. Esa fe de bautismo por escrito es necesaria, por ejemplo, para poder contraer matrimonio religioso’.

Muchos feligreses colaboran sin problemas en hacer memoria y recuperar datos antiguos de la parroquia, pero no es fácil. En algunos casos, esos bautizados inexistentes oficialmente en estos momentos, son octogenarios o nonagenarios, que no recuerdan los nombres exactos de sus padrinos o sus abuelos ni saben la fecha exacta de su primera bendición acontecida, en muchos casos, hace 60, 80 o 90 años. Se estima que podría haber cerca de medio millar de feligreses afectados.

Recordar el pasado

Una de las personas que rellenó el ‘registro’ sobre su bautismo, Hortensia Campos, de 80 años, afirmó que ‘xa entreguei o papel o cura, pero a data e circunstancias exactas do bautismo non as recordo. Daquelas bautizábanse os nenos as poucas semanas de nacer’. La recopilación de datos se inició en el mes de julio y una gran mayoría de feligreses ya han entregado su ‘folla bautismal’.

Una de las iglesias más señeras de la comarca limiana

La historia de la parroquia de San Pedro de Laroá es una de las más antiguas de la comarca de A Limia. Integra a tres de las aldeas más pobladas del municipio de Xinzo: San Pedro, Rebordechá y Paredes (estos dos pueblos cuentan con sendas capillas). La construcción de la iglesia parroquial, de estilo románico, data de 1724 y en su retablo hay valiosas tallas y figuras de San Pedro, San Pablo y San Juan Evangelista.

Entre los fieles la noticia de la pérdida de los libros parroquiales fue acogida con gran sorpresa. Muchos de los vecinos consideran ‘increíble’ que otros documentos de la parro quia sí estuvieran en la casa rectoral de San Pedro de Laroá pero no los referidos al bautismo de cientos de feligreses, tanto vivos como difuntos. Esos libros y las partidas de bautismo tienen carácter de documento público El actual párroco, que tomó posesión de su cargo hace ahora casi un año, tras el fallecimiento a los 77 años de José Sánchez Justo (un sacerdote muy apreciado en toda la comarca), aclaró que ‘bajo ninguna condición deseamos que este extravío de los libros parroquiales sea motivo de disgusto o confrontación entre nadie. Esa es nuestra prioridad’.


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