El grupo de gobierno del PP en Xinzo aprobó ayer la actualización de ocho ordenanzas fiscales a las que se aplicará el IPC, que es de un 3,1% .
En concreto, son las ordenanzas reguladoras de expedición de documentos, licencia de taxi, servicio de tratamiento y depuración de residuos, abastecimiento de agua, ocupación de terrenos públicos, instalación de postes en la vía pública, vados y servicio de grúa. Además, con los votos de los ediles populares, se acordó subir un ocho por ciento el impuesto de Bienes Inmuebles (pasando el tipo de gravamen de un 0,40 a un 0,45), e incrementar otro ocho por ciento las tarifas fijadas en la actualidad por instalar paneles y soportes publicitarios en el casco urbano de la villa, ocupación de terrenos de uso público con mercancías, grúas o andamios y la instalación de terrazas. Además, y con los únicos votos del PP se creó una nueva ordenanza fiscal para regular los precios por servicios culturales. Es decir, el Concello cobrará por la utilización de las instalaciones culturales como la Casa de Cultura para regularizar una situación anómala, ya que se abonaba un precio sin ser acordado por los trámites administrativos previos.
Los concejales de la oposición (PSOE, BNG e independientes) votaron en contra. 'Creo que non é o momento de subir impostos dada a situación de crisis', explicó la independiente Teresa Puga.
Sus palabras fueron compartidas por la socialista, Elvira Lama, que reprochó al grupo de gobierno subir 'as tasas que máis afectan os cidadáns que menos recursos teñen'. El nacionalista Amador Díaz aseguró que son los ciudadanos 'os que teñen que pagar os platos rotos do desgoberno', argumentó.
Por su parte, el portavoz del PP, Manuel Casas, y el alcalde, Antonio Pérez, defendieron la actualización de las ordenanzas para seguir prestando servicios a la población. 'A oposición sempre fai o mesmo, dice non a máis recaudación pero logo pide máis servicios', afirmó López Casas.
El grupo de gobierno sacó a colación en varias ocasiones durante el debate el plan de austeridad que aprobó el Concello en el año 2009, que frenó los gastos corrientes, la creación de puestos de trabajo, el gasto en combustible y los gastos de protocolo.
Los concejales de la oposición (PSOE, BNG e independientes) votaron en contra. 'Creo que non é o momento de subir impostos dada a situación de crisis', explicó la independiente Teresa Puga.
Sus palabras fueron compartidas por la socialista, Elvira Lama, que reprochó al grupo de gobierno subir 'as tasas que máis afectan os cidadáns que menos recursos teñen'. El nacionalista Amador Díaz aseguró que son los ciudadanos 'os que teñen que pagar os platos rotos do desgoberno', argumentó.
Por su parte, el portavoz del PP, Manuel Casas, y el alcalde, Antonio Pérez, defendieron la actualización de las ordenanzas para seguir prestando servicios a la población. 'A oposición sempre fai o mesmo, dice non a máis recaudación pero logo pide máis servicios', afirmó López Casas.
El grupo de gobierno sacó a colación en varias ocasiones durante el debate el plan de austeridad que aprobó el Concello en el año 2009, que frenó los gastos corrientes, la creación de puestos de trabajo, el gasto en combustible y los gastos de protocolo.
