Los agricultores apuran la recolección ante el temor de que llegue la lluvia e inunde las parcelas
Los agricultores de A Limia recogen estos días una de las mejores cosechas de patatas de los últimos diez años, tanto en tamaño como en abundancia de tubérculos, según los datos que maneja el Instituto Galego do Campo. El único problema son los precios, que ayer oscilaban entre seis y diez céntimos el kilo, una cifra que, según el técnico del citado organismo, Servando Álvarez, no cubre ni los costes de la siembra.
La producción de este año se estima en 120 millones de kilos, 40 millones más que el año pasado, y la actividad en el campo limiano es estos días frenética. Cientos de máquinas se afanan en arrancar las patatas, cargarlas en tractores para almacenarlas en naves o trasportarlas a los puntos de venta de los almacenistas. "Co precio que teñen nin merece a pena arrancalas, pero unha vez que se sementaron non queda más remedio que recollelas e esperar a que veñan tempos mellores", apuntó uno de los productores, Francisco Rodríguez.
En la campaña de 2013, el precio de los tubérculos rondaba por estas mismas fechas los 40 y 45 céntimos el kilo. Pese a los bajos precios, los agricultores apuran durante este fin de semana la recolección ante la previsión de que llueva durante los próximos días. Pretenden evitar lo ocurrido el año pasad, cuando a causa de las fuertes lluvias se inundaron las parcelas, especialmente las situadas en la zona conocida como la antigua Laguna de Antela, e impidió recoger 2 millones kilos de patatas, que terminaron pudriéndose en las parcelas.
Saturación del mercado
Los agricultores trabajan con la hipótesis de que los precios aumenten en los próximos meses. En el Instituto Galego do Campo se muestran pesimistas y argumentan que en la actualidad hay una saturación de patatas en el mercado. "Hai moita oferta e cando pasa esto, sempre baixan os precios", explicó Servando Alvarez.
A su entender, la saturación ya comenzó a producirse el pasado mes de marzo con la buena producción lograda en las variedades tempranas en Andalucía y Murcia. Más tarde, también se lograron buenas cosechas en los distintos países de Europa, lo que provocó un descenso en la demanda de patatas españolas, a las que también le influyó el veto que impuso Rusia a las exportaciones de productos europeos.
Subvenciones
El sindicato Unións Agrarias está siguiendo la evolución de los precios y ya instó a Medio Rural a tomar medidas para que los agricultores puedan salvar la temporada. La formación sindical exige a la Xunta "que impulse a contratualización deste tipo de producións agrarias, priorizando a concesión de subvencións a aquelas industrias que regulen as relacións comerciais cos agricultores mediante contratos homologados".
En la actualidad, la mayor parte de los agricultores no tienen establecidos contratos homologados para vender sus cosechas de patatas, según los datos que maneja la formación sindical.
