La "Piñata" sacó de nuevo a la calle comparsas y numerosos disfraces, e incluso a las Pantallas para imponer el orden.
Xinzo puso ayer fin al Entroido tras un mes de diversión, el más largo de todo el territorio nacional, y el buen tiempo facilitó la asistencia de público e incluso que vecinos y visitantes retomaran sus disfraces.
La Plaza Mayor se quedó pequeña sobre las cuatro de la tarde cuando la comisión de fiestas se disponía a hacer el reparto de golosinas, que estaban introducidas en bolsas "piñatas", que los propios asistentes debía romper y esparcir por el recinto. Numerosas personas se agolpaban para hacerse con caramelos, almendras y regaliz, mientras en las calles adyacentes varias Pantallas hacían sonar sus vejigas de vaca.
Tras el reparto de las "piñatas" y sus golosinas, el ambiente se animó con el sonido de una charanga, desfilando por la plaza todo tipo de personajes e incluso varias comparsas, que tomaron la carpa que instaló el Concello, donde aún continuaba el "meco" colgado de un cuerda. Los asistentes también disfrutar de varios espectáculos de magia y juegos, continuando la fiesta hasta entrada la noche.
