Directora del Museo de iconos

Soledad Blanco: ‘Santa Comba es un reclamo turístico’

La artista, Soledad Blanco. (Foto: Miguel Ángel)
Junto a la joya visigótica, Santa Comba de Bande esconde uno de los pocos espacios dedicados al arte bizantino en Galicia. Cada verano, la ourensana Soledad Blanco abre las puertas de su casa a los turistas y visitantes interesados en conocer este arte a través del Museo de los Iconos, ubicado en los bajos de su vivienda.
¿Qué es el Museo de los Iconos?

Es un espacio donde, bajo la denominación de ‘museo’, están recopiladas las obras que he realizado a lo largo de mi trayectoria profesional. En su mayoría se tratan de iconos bizantinos religiosos, aunque también hay otro tipo de trabajos como cajas, relojes, espejos o abanicos.

¿En qué consiste el arte bizantino?

En el mundo bizantino, el icono era una imagen religiosa pintada, dedicada a la devoción y culto de los fieles y sólo tenida en cuenta desde el punto de vista de la fe. Por eso, lo más importante para la persona que contempla un icono es que entienda lo que está viendo. Luego, en su elaboración, juegan un importante papel los materiales (oro fino o plata) y también el tiempo, porque al ser obras tan minuciosas requieren horas de trabajo.

¿Hay muchos aficionados a este arte en la provincia?

El bizantino no es un arte fácil de ver en España, y menos en la provincia de Ourense, por lo que me atrevería a decir que es casi un museo único en Galicia. Sobre los visitantes, hay mucha gente interesada en este arte que llama antes de venir pero, por lo general, son turistas que llegan a Santa Comba atraídos por la iglesia visigótica.

¿Cuál es su reacción cuando se percatan del museo?

Muchos no entran porque no saben lo que se van a encontrar dentro y, los que lo hacen, preguntan ¿cómo está esto aquí?. Por eso animo a la gente que se acerque hasta aquí, que puede haber algo de su interés.

¿Por qué eligió Santa Comba como sede del museo?

Precisamente por la existencia, casi frente a frente, de la iglesia visigótica. Es un reclamo turístico que atrae a miles de personas. De ahí que en el año 2003 me animara a remodelar el bajo de la casa familiar para exponer mis trabajos. Hoy, la colección supera las cien piezas.

¿Cuáles son sus planes para el futuro?

Una vez termine el verano, cerraré el museo hasta el año próximo y retomaré mi trabajo como restauradora. Aunque quizá me plantee la posibilidad de realizar una exposición fuera de la comarca.

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