REPORTAJE

Las alfombras del Corpus Christi van tomando color

Preparativos alombras Corpus en Celanova
2-6-15
photo_camera Los voluntarios, durante el proceso de coloración de la viruta.

El olor a césped recién cortado, a rosas y hasta un leve aroma de café se dejarán sentir este domingo en Celanova con motivo de la procesión del Corpus y la espectacular alfombra floral, en cuya confección ya trabajan un grupo de celanoveses.

La maquinaria para la confección de las alfombras de la procesión del Corpus Christi en Celanova ya se ha puesto en marcha. Y nunca mejor dicho. Varias cuadrillas llevan toda esta semana cortando mirto por los montes de Celanova, A Bola y Ramirás, mientras que en la villa ayer ultimaban el proceso de teñir la viruta de amarillo, azul y rojo con la ayuda de una hormigonera. "Limpar as xestas dá moito choio, esto é máis doado e rápido", justifica el párroco César Iglesias, que reconoce que la viruta se ha convertido en un elemento fundamental en la confección de las alfombras, casi tanto como las flores.

Sin prisa, pero sin pausa, son varios cientos los vecinos de Celanova que año a año colaboran en la confección de la alfombra floral, una de las más extensas de Galicia con 1.200 metros de largo y entre dos y tres metros de ancho. "Xa se deseñaron os patróns, algunhas rúas falaron cos donos dos bares para que lles gardaran a borra do café, que dá unha tonalidade máis escura e, a partires do venres á tarde, sairemos na procura das flores que xunto coa viruta e o céspede, encherán as composicións", relata Iglesias, que anima a todos los vecinos de la villa a participar en la confección de la alfombra en la tarde-noche del sábado. "Sempre fan falta voluntarios. Ademáis é un traballo bonito, que une á xente, contribúe a xerar bo ambiente e tamén certa competencia nas rúas", apunta.

Uno de los grupos más numerosos es el de los padres y madres de niños que la semana pasada hicieron la primera comunión y que este domingo desfilaran por el colorido manto floral. "El proceso de las comuniones siempre lleva implícito el tema de las alfombras", reconoce Ángel Mociño, padre y voluntario, que recordando sus tiempos de niñez, define la jornada del domingo como "una experiencia muy bonita, más incluso que el día de la comunión, porque es más vistoso y porque los niños tienen menos estrés".

Este año será, además, especial para los celanoveses al cumplirse el 25 aniversario de la confección artística de la alfombra. "Festexamos as vodas de prata", bromea Iglesias, que impulsó esta tradición, si bien en la villa ya existía la costumbre de engalanar "con espadanas e pétalos as rúas. Era máis sinxelo. Agora dan máis traballo, pero tamén é un orgullo e alegría velo", recuerda Fita, veterana comerciante de la calle Colón, que reconocía que "tiñan que estar máis tempo expostas", para que lo pudiera disfrutar más gente.

Te puede interesar