Celanova y A Coruña, unidos por el poeta Curros Enríquez

La corno poética en honor a Curros Enríquez
photo_camera La corno poética en honor a Curros Enríquez

Los restos de Curros Enríquez están enterrados en el cementerio de San Amaro

La corona poética entregada a Manuel Curros Enríquez en el homenaje que le organizaron en A Coruña en 1904, tres años antes de su fallecimiento, volvió ayer a la ciudad herculina para formar parte de una exposición sobre la historia local, en una iniciativa de la Xunta de Galicia, a través de la Fundación Cidade da Cultura, y la obra social de Abanca. Esta pieza original, obra del artista Isidoro Brocos, forma parte de la colección permanente de la Casa dos Poetas de Celanova desde que, en 2008 y tras el centenario de la muerte del poeta, la Real Academia Galega acordó dejar la exposición “Na frente unha estrela” en la casa familiar de Celanova.

La relación de Curros y la ciudad de A Coruña, que en la exposición también se escenifica en el columbario con 20 bustos representativos de la memoria civil de la ciudad, se remonta al propio cementerio de San Amaro en donde fueron enterrados sus restos mortales tras su traslado desde Cuba. Asimismo, el autor de “Aires da miña terra” tiene en la ciudad uno de sus monumentos más imponentes, obra de Francisco Asorey, en los Jardines de Méndez Núñez. Una representación de la Fundación Curros Enríquez asistió a la inauguración de la exposición “A Coruña no tempo”, comisariada por Manuel Gago en el marco de “Cidades no tempo”, uno de los grandes proyectos del Xacobeo.

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