Un antiguo taller de carpintería acoge un centro que busca acercar la materia a los no iniciados
La primera academia que impartirá programación y robótica en la provincia se inaugurará el lunes en Celanova, en un antiguo taller de carpintería que ha sido reconvertido en un moderno centro de enseñanza privado de fachada color pistacho y aulas singulares. Amadino Pereira, un abogado de la localidad, también presidente de la Cruz Roja, y Manuel Montesinos, un ingeniero informático con experiencia en formación, se han asociado convencidos de que "el lenguaje del futuro, ya muy cercano, es el de la programación". "Porque tendremos que acostumbrarnos a hablar con las máquinas y para hacerlo es preciso aprender el código", advierte el letrado, que ayer mostraba con orgullo las instalaciones -todavía en obras- a dos ejecutivos de empresas punteras, una textil y otra tecnológica.
La academia se llama Escolabs, está en la calle Castor Elices, y sigue despertando la atención de los viandantes por su fachada. "Me habían dicho que era un gimnasio", confesaba una mujer mientras terminaban de colocar el toldo. En el escaparate, tres drones invitan a jugar a los jóvenes. A ellos, a ni- ñas y niños de entre 8 y 16 años, está dirigido el curso con el que se estrenará el centro.
"No son necesarios conocimientos específicos previos -dice Montesinos-, de lo que se trata es de que empiecen con la programación, luego pasen a conocer los elementos propiamente electrónicos y al final sean capaces de construir pequeños robots".
La inversión en las aulas -cada una singularizada por la decoración de las paredes y el techo, todas con tuberías de calefacción por pellet- y en el instrumental de trabajo -impresora 3D, cortadora láser, fresadora cnc- ha superado los cien mil euros.
Somos la primera academia específica de robótica que hay en Ourense, eso seguro", repite el ingeniero, "y en programación, como centro privado, probablemente también. Sé que está habiendo cursos en el Parque Tecnológico". Dice Montesinos, salvando las distancias, que su escuela es "como La Molinera en Ourense", donde "están empezando a hacer cosas pa- recidas a lo que aquí proponemos".
OTRAS MATERIAS
La apuesta en un concello de apenas 5.000 habitantes, con una población envejecida, es arriesgada, reconoce Pereira. Por eso buscarán vías de negocio al margen de la programación y la robótica. Anuncian que se abrirán a la enseñanza a adultos, "ya nos han preguntado unos cuantos", y a la domótica para profesionales. Pero lo primero serán las clases de inglés y música otras materias extra curriculares, como la oratoria. En algunos países, señalan, la programación ya es una asignatura más en las es- cuelas. "Sucede en Inglaterra, en Francia, en Estonia... allí aprenden programación a partir de los 7 años de edad", dice el abogado, y recuerda: "El 65% de las profesiones en las que trabajarán nuestros hijos todavía no existen". Es el futuro, y ellos quieren empezar a enseñarlo.
