El comercio de Celanova se hace fuerte

photo_camera Celanova disfrutó este domingo de una nueva edición de la Feria de Stock, en la que participaron diferentes comercios de la villa de San Rosendo. Hubo descuentos, comida, música y actividades para los más pequeños.
De claustro profesional a escenario de conciertos, espectáculos y… mercadillo. El cenobio de San Rosendo se ha convertido, un verano más, en el epicentro de la actividad lúdica y social del municipio dando cobijo ayer a la fiesta del comercio y la hostelería.

El comercio celanovés tiró ayer la casa por la ventana con motivo de la sexta edición de la “Feira do Stock”. Comerciantes y hosteleros dieron un (pen)último empujón al verano, sacrificando su único día libre después de una intensa quincena de agosto para regalar un día de fiesta y compras a vecinos y visitantes. “Esto vale poquito”, argumentaba un niño con cara de angelito delante del puesto de juguetes.

Los descuentos fueron uno de los reclamos del evento, organizado por la asociación de comerciantes, con la colaboración del Concello y financiación de la Xunta. “O marco -o Claustro Barroco- é incomparable, por suposto, pero tamén o feito de ver moitas tendas xuntas. Iso a moita xente lle atrae, e si a iso lle pos actividades e música, moito máis”, comentaba Mary González, gerente del centro comercial abierto, quien valoraba positivamente la edición de 2022, a pesar de competir con importantes eventos lúdico-gastronómicos en la zona. 

Una veintena de establecimientos de calzado y textil, juguetes, complementos, productos de alimentación o ferretería tomaron desde primera hora los soportales del claustro que, como es habitual, aumentó o mermó su afluencia a “golpes”. Un buen momento fue a la salida de la misa y luego por la tarde, para el sorteo y el concierto de A Dama de gris.  “Bastante afluencia y buenas ventas. Las familias aprovechan para equiparse de cara a la vuelta al cole y, en general, ahorrarse un dinero adelantando compras de invierno, porque hay buenos descuentos, de hasta el 50%”, comentaba Ismael Núñez de Deportes Núñez Enríquez. “La valoración es positiva, la gente vino y compró, a mí me va bien venir”, añadía Reme Fernández (Même Complementos), quien entiende que es una forma de darse a conocer y sacarse un “extra”, aunque este verano ha sido de los buenos en la localidad. “No hay duda de que sí”, confirmaba.

Agosto ha supuesto un balón de oxígeno para un comercio local asfixiado por la pandemia y la venta por internet. “O verán foi moi bo e o balance é positivo. Houbo -e sigue habendo- moita xente de fóra e os xoves de mercado foron moi bos”, describía Mary González, quien destaca que la villa mantiene el pulso comercial, con pocos cierres, muchos traspasos que están manteniendo la oferta comercial y de hostelería, y algunas aperturas. “Estaría ben ter un par de tendas máis de roupa e calzado, canto máis comercio haxa, máis vida terá o pobo e máis xente vai haber”, animaba, destacando el carácter emprendedor de los emigrantes, sobre todo venezolanos, que están tomando el relevo de establecimientos tradicionales.

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