La gestión de varias obras en Ramirás enfrenta a PP y PSOE

El pleno fue solicitado por la oposición “popular” ante el incumplimiento de la periodicidad mensual

La Corporación municipal de Ramirás se reunió ayer en un tenso pleno, con cruce de acusaciones entre los responsables locales de PP y PSOE, por la gestión de varias obras, especialmente las referidas a las relacionadas con el arsénico en el agua. La sesión extraordinaria se celebró a instancias de la oposición “popular” tras el incumplimiento de la periodicidad mensual de las convocatorias (solo dos en 2021). 

La ausencia de un secretario, desde hace casi un año, y la sobrecarga del personal fueron dos de las razones dadas por la alcaldesa, Isabel Gil, si bien matizó que se han celebrado sesiones extraordinarias cuando ha sido necesario. La respuesta no convencía al portavoz Juan Carlos Rodríguez (PP), que además de preguntar por los motivos para rechazar a una de las candidatas a secretaría, rebatió que “si tes unha persoa menos, xestiona e contrata a outra persoa, pero non atrases o traballo do Concello”, dijo, insistiendo en la necesidad de celebrar los plenos mensualmente. “O problema é que tes que dar información, explicacións,... e claro, iso non te gusta”, le dijo. “Non foi un capricho rexeitala, pero o secretario que veña a Ramirás ten que ter un traballo presencial, resolver”, dijo Gil, recordando los 56.000 euros que cuesta al año la plaza a las arcas municipales.

El tono del debate se elevó con el punto referido a las obras de Paizás y Barazal, proyectadas para mejorar la calidad del agua y evitar los problemas de contaminación por arsénico. El PP trasladó el malestar de vecinos de Paizás por la actuación realizada en la fuente, a lo que la regidora explicó que se trata de una intervención para aprovechar el “sobrante” del manantial para mejorar la calidad del agua en otros núcleos. 

Sobre los cambios realizados en este proyecto, así como en la antigua escuela de Freás de Eiras en aras a la conservación y protección del inmueble, Isabel Gil rebatió que fueron decisiones que se tomaron tras corroborar en obra que los caudales no eran suficientes, que fueron avalados por los técnicos y certificadas. Rodríguez insistió en tener por escrito toda la documentación, al no fiarse de la gestión de Gil “polas chafalladas que fas”. Isabel Gil le tildó de “mentiroso” y le recordó que, en año y medio de gestión socialista, resolvieron el problema del arsénico en ocho pueblos de la parte baja del término municipal y que, este año, trabajarán para mejorar la calidad del agua en la parte alta, tras no haber resultado positivas las actuaciones realizadas para ampliar los manantiales que surten al tanque de Pereira.

A colación de esta situación, tomó la palabra el concejal nacionalista Marcos Meléndez para preguntar por el gasto total que ha provocado el tema del agua y propuso interesarse por la solución que han encontrado, en diez días, en Castro de Rei (Lugo) para reducir los niveles de arsénico.

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