Ocho voluntarias -solo un hombre se ha sumado a colaborar en esta edición- atienden el mercadillo solidario que, hasta el día 13 de enero, el Concello de Celanova ha organizado en un local de la calle Celso Emilio Ferreiro para recaudar fondos en favor de Cruz Roja, a la vez que se le da una segunda vida a ropa y artículos del hogar y a precios reducidos para facilitar las compras navideñas.
Tras el mostrador con la imagen de Cruz Roja, Marina y Elena tratan de clasificar las últimas donaciones, a la vez que atienden un goteo constante de clientes del mercadillo que abre de jueves a domingo, de 11,00 a 14,00 y de 17,00 a 20,00 horas. “Llevo tres años como voluntaria y este año he visto más necesidad que nunca”, comentaba Elena Domínguez, tras los primeros días de actividad y haciendo un llamamiento a las familias con niños, para que donen los juguetes que ya no utilizan, “es una forma de que todos los niños tengan un regalo”, dijo.
La solidaridad es el nexo de unión en un grupo que destaca por su buen ambiente y el compañerismo. “Aquí somos familia, nos ayudamos los unos a los otros. Hacemos las cosas de corazón”, añadía Marina López, señalando que en estos cinco años que lleva como voluntaria “aporto todo lo que puedo, con cariño, con voluntad. Estoy en el programa de apoyo escolar con los niños y aquí en el mercadillo, en lo que se pueda. Estar aquí colaborando, a mí me aporta juventud, energía, porque salgo de casa y me siento muy bien haciendo esto”, reconocía.
Flujo constante
La llegada de emigrantes, especialmente de la zona de Colombia y Venezuela, sigue siendo constante, al igual que las necesidades de atención integral de las familias, muchas de ellas con menores, que trata de suplir la Asamblea Comarcal de Terra de Celanova. “Estamos un pouco desbordados, nos virían ben mans voluntarias solidarias para botar unha man. Pero estamos moi orgullosos que, manténdonos no tempo, si que vemos esa evolución e esa aceptación en canto as compras de segunda man. Que é a mellor forma de reciclaxe e de conciencia medioambiental”, trasladaba la coordinadora comarcal de Cruz Roja, Tania Salgado, quien incidía en la necesidad de seguir sumando voluntarios. “Estamos a mil, por iso digo que precísanse mans voluntarias para toda a actividade de Cruz Vermella. Non só para esta campaña. O voluntariado non é de todos os días. Pode ser un día á semana, unha vez o mes ou para unha actividade concreta”.
Desde el Concello, la concejala Teresa Barge quiso trasladar públicamente el “agradecimiento del altruismo de la persona que nos cede el local, así como de aquellas que han colaborado para hacerlo posible. Hay muchísimos donativos y se siguen recibiendo cosas”, dijo, poniendo el acento en el papel que realiza Cruz Roja, no sólo en Celanova, sino en toda la comarca y Baixa Limia. “Hacen una labor social fundamental en nuestro pueblo. Hay mucha gente que necesita ayuda. Debe de haber, por parte de todos, un fortalecimiento a esa ayuda que dan, están dándolo todo”.
