La Biblioteca de Celanova supera ya los 20.000 volúmenes
La Biblioteca de Celanova daba ayer a conocer los datos estadísticos sobre usuarios y actualización de sus fondos, que superan los 20.000 volúmenes, en un año complicado por la pandemia. La bibliotecaria Elisa López recuerda como pasó jornadas sin una sola visita por el miedo al “bicho”.
¿Son muchos 20.000 libros para una villa como Celanova?
Es un buen número. La Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA) cifra en 1,5 libros por habitante y Celanova lo supera. Además, dentro de lo que cabe, contamos con un fondo bastante actualizado por las inversiones anuales del Concello, las subvenciones periódicas de la Consellería de Cultura y donaciones realizadas por particulares y otras entidades como la Diputación.
¿Cuáles son las prioridades a la hora de incorporar nuevos títulos?
Mantener actualizado el fondo de novedades literarias, cubrir el plan de lectura del Instituto y los colegios de la villa, los intereses propios de los usuarios y también recoger el mayor número posible de material de fondo local, aquellas obras realizadas por celanoveses o que tratan de Celanova.
¿Cómo es el lector que acude a la Biblioteca?
Muy impetuoso. Muy pendiente de las novedades literarias, también gusta la temática de crecimiento personal, emprendimiento y las lecturas de biografías y testimonios. Predominan las mujeres en casi todas las franjas de edad, tanto entre los 700 socios como en el club de lectura, que está paralizado por la pandemia. Fue un año muy duro, con días sin atender a nadie y con los usuarios con miedo a venir a estudiar o coger un libro. Cuando se pueda, hay que plantear hacer más iniciativas culturales de fomento de la lectura para el público infantil. Es una alegría ver la Biblioteca llena de niños.
¿De qué tipo de material se compone el fondo?
Unos 19.400 son libros de contenidos generales y folletos de información, 600 son material audiovisual y el resto algo electrónico. La mayoría están en servicio de libre acceso, mientras que unos 5.000 están guardados en el depósito, porque son libros de interés, pero de poco uso y el espacio es el que es. Estaría bien actualizar algunos libros que ya no se consultan y también que se hubiera habilitado un aula de estudio independiente de la biblioteca, para que los usuarios de ambos servicios estén cómodos.
