REPORTAJE

Las ovejas de la discordia

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photo_camera El cadáver de una de las ovejas permanece entre unas piedras en la inca de la calle Curros Enríquez.

La aparición de al menos cuatro ovejas muertas en una finca de la calle Arriba ha encendido alarmas en Celanova, donde un grupo de vecinos denuncia el trato y el abandono que últimamente les dispensa su propietario, una persona muy conocida de la villa. 

E l malestar de un grupo de vecinos de la calle Curros Enríquez de la villa de San Rosendo (popularmente conocida como calle Arriba) por el supuesto abandono de un rebaño de ovejas ha acabado en una denuncia en la Policía Local de Celanova, tras constatar el fallecimiento de al menos cuatro ejemplares. Los animales, propiedad de un conocido vecino de la localidad, llevaban varios días a la intemperie en una parcela a las afueras del casco urbano donde "non tiñan que comer, nin un alpendre para acubillarse, só a auga da choiva acumulada nos charcos", asegura el agente Roberto González, que tramitó la denuncia presentada por un particular que aseguró que las ovejas estuvieron 13 días sin que nadie las atendiera.

Los hechos, ocurridos durante el periodo navideño, han sido la gota que ha colmado el vaso para vecinos y agentes, que urgen a las administraciones competentes una solución para mejorar la atención que se le dispensa a este rebaño, compuesto por cerca de 40 ejemplares, al que es frecuente ver por las calles de la localidad y pastar en espacios públicos como la glorieta de la carretera OU-531, en las inmediaciones de la calle Pedra da Moa. "Solicitamos á Xunta que nos diga por escrito que é o que temos que facer con elas", explica el alcalde, José Luis Ferro Iglesias, que reconoce la situación "xera malestar e incomodidade en todo o pobo. Hai moitas queixas", dijo, además de reconocer que, en ocasiones, ponen en peligro la seguridad de los conductores.

El propietario del rebaño, que acumula medio centenar de sanciones por tener los animales en la vía pública, negaba ayer que las ovejas estén abandonadas y que si alguna se murió "fue porque la envenenaron", asegura Jesús Pardo, que relató que no es la primera vez que le ocurre y que no tiene pensado interponer ninguna denuncia. "¿Para qué? ya me las ponen a mí", rebatió.

El expediente iniciado a instancias de un particular se presentará esta mañana en el Juzgado de Celanova y ya ha sido puesto en conocimiento de la delegación territorial de Sanidad Animal para que tomen cartas en el asunto "e inspeccionen esa explotación para ver se cumpre a normativa", piden desde la Policía Local. Asimismo, solicitan que se investigue las causas que originaron la muerte de las ovejas."De confirmarse que morreron por inanición, estariamos a falar de maltrato", advierte González, que recuerda que la pena por este delito es mayor tras la última modificación del Código Penal.

La legislación establece hasta seis meses de cárcel y retirada de los animales durante 12 meses en casos de abandono, penas que se incrementan hasta uno y tres años respectivamente, en caso de maltrato.

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