Varias asociaciones colaboran en la dinamización del pueblo bolés abandonado hace 30 años

Un proyecto de granja-escuela lleva habitantes a Saumede

Seis nuevos vecinos han devuelto a la vida las silenciosas y abandonadas casas que conforman el pueblo bolés de Saumede.
La asociación francesa 'El pueblo', que en julio y agosto se desplazó a este pequeño núcleo deshabitado desde hace 30 años con el objetivo de colaborar en la limpieza de la zona y desarrollar un plan de integración cultural, ha regresado para quedarse. Y lo ha hecho implicando a jóvenes gallegos como Abel, Clara y la hija de ambos, Naia. 'De Vigo ou da Bretaña francesa, os obxectivos e a filosofía é a mesma: vivir da terra e para iso hai que entender os seus recursos e traballar no seu equilibrio', destaca Abel González, un joven cabeza de familia que se ha involucrado por completo en el proyecto iniciado por Alex, Boris, Adrien o Mat.

De las 28 casas que conforman el núcleo, solo una es habitable y es allí donde han establecido, previo acuerdo con el propietario, su cuartel general. Una vivienda espaciosa que, en estos meses de duro invierno, acoge celebraciones navideñas, reuniones asociativas y encuentros con los vecinos que, atraídos por la iniciativa, no han dudado en visitar a los nuevos moradores con la excusa de obsequiarles con productos de estas fechas.

La estancia en Saumede es todo menos temporal. Con el apoyo del concello, así como por jóvenes boleses, los nuevos vecinos de Saumede han elaborado un proyecto de rehabilitación del núcleo, previo acuerdo con los actuales propietarios. 'El pueblo é a asociación madre que acolle as outras entidades creadas nos últimos meses e que traballarán na creación dun centro cultural, unha granxa-escola, obradoiros de apicultura ou o de construcción ecolóxica', enumeraba González en referencia a las propuestas presentadas a los fondos europeos que gestiona el Grupo de Desenvolvemento Rural. La puesta en marcha de un museo arqueológico y etnográfico, un aula de micología, un taller de plantas medicinales, de idiomas o artesanía completan este proyecto que cuenta con el apoyo incondicional del Concello. 'Trátase dunha iniciativa cultural de ámbito europeo que traerá máis xente nova', apuntaba Teresa Barge,al tiempo que destacó 'o incremento de actividades e xeración de interrelacións ca poboación local'.

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