Una soleada Praza Maior recibía ayer a los primeros visitantes atendidos por la Fundación Curros Enríquez en 2022. El grupo, procedente de Pontevedra, quedó “maravillado” de la recuperación del burgo medieval de Vilanova que vieron primero y de la riqueza y monumentalidad de Celanova, un destino que “siempre sorprende”, comentaban los vigueses Nando y María.
En el recorrido por el Monasterio de San Rosendo, la guía y responsable de la Casa dos Poetas, Paula Conde, desvelaba cómo en 2021 registraron el visitante número 100.000 atendido desde la fundación celanovesa. “Foi de casualidade, pechando o balance do ano, cando nos demos conta”, confesaba Conde, orgullosa de alcanzar una cifra justo en el año que se conmemoró el 15 aniversario de la apertura de la casa-museo.
El proyecto cultural en torno a la figura de Curros Enríquez, que se remonta al siglo XX y donde tuvo que ver la emigración cubana, vio la luz en 2006 con la apertura de la Casa dos Poetas para promocionar y dar a conocer la vida y obra del poeta, así como de otros escritores celanoveses o relacionados con la villa. Sin embargo, con el paso de los años y en colaboración con el Concello de Celanova, han ido ganando peso la prestación de servicios, diseño y creación de productos turísticos y comerciales para contribuir a la promoción turística y el desarrollo de la zona, a la vez que permite obtener ingresos que ayuden a la financiación de la casa-museo. Unas tareas que se saldan con un “avance en positivo” en 2021 donde, a pesar de la pandemia y la reducción de los grupos de escolares que hasta 2019 eran su principal fuente de visitantes, atendieron a 7.574 personas.