Viajar sin salir de Zarracós

El bajo del palco de la música de Zarracós, en el concello de A Merca, ha sido rehabilitado para albergar en él una biblioteca y ludoteca rural que suma ya, gracias a las aportaciones de los vecinos, más de 425 libros y un centenar de juegos de mesa.

Los vecinos de Zarracós, en A Merca, han puesto en marcha en la antesala del Día del Libro, la “ludolibro”. Una biblioteca rural ubicada en el bajo del palco de la música que completa y diversifica la oferta lúdica y deportiva de esta activa parroquia de A Merca, con 24 casas abiertas de lunes a viernes, y otras tantas los fines de semana y en vacaciones. “Chegamos a ser 80”, recordaba con nostalgia Manolo Taín, que lleva 25 años al frente de la asociación de vecinos San Andrés de Zarracós, “e non o deixo porque non hai quen queira o cargo”, bromeaba. 

Junto a él, José Manuel Taín otro de los veteranos en la directiva -y el tesorero-.  Ambos guiaban ayer la visita por el nuevo espacio vecinal que abre sus puertas en este peculiar emplazamiento, en un proyecto enmarcado en la conmemoración del 30 aniversario de la asociación. Esta iniciativa de “baixo custe” surgió con unos objetivos “bastante humildes” -incidían-, el de poner a disposición de los vecinos un par de estanterías con juegos y unos cuantos libros. ”A implicación e xenerosidade dos veciños da nosa parroquia e da zona fixo que o proxecto creza de forma exponencial: xa hai máis de 425 libros dispoñibles, revistas, xogos de mesa, pinturas…”, enumeró el presidente, al tiempo que animaba a los lugareños a pasarse por las instalaciones y conocer esta nueva ventana abierta al mundo que ofrece la “ludobiblio”, con servicio de préstamo y zona de lectura y juegos en la misma sala.

Una oferta variopinta que se puede consultar, gracias a la catalogación que han realizado a través de un programa informático, desde la página web de la asociación. “Non temos nada que envexar ás bibliotecas das cidades”, bromeaban los miembros de la directiva que, si bien no se definían como grandes lectores, esperan que este nuevo servicio fomente el hábito de la lectura al evitar los desplazamientos hasta las bibliotecas públicas de A Merca, Celanova o Allariz.

El proyecto cultural surgió a raíz de la reforma efectuada el año pasado en el palco de la música, costeada con fondos propios y de la Xunta de Galicia, y que permitió crear un espacio diáfano, acogedor y moderno en un espacio que había sido relegado a mero almacén tras la construcción del actual local social en 2010. Una obra que, en marzo de este año, se complementaba con la inauguración un mural en la parte frontal, regalo de la artista catalana Ivette Bordera. El siguiente paso será completar el acondicionamiento de la fachada trasera.

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