Vilanova dos Infantes brilla por Navidad: “Esto no le tiene nada que envidiar a Vigo”

photo_camera Escenarios de cuento y de fiesta, gnomos, caramelos y un sin fin de personajes navideños han tomado Vilanova dos Infantes. 
Escenarios de cuento y de fiesta, gnomos, caramelos y un sin fin de personajes navideños han tomado Vilanova dos Infantes. El burgo medieval celanovés se ha convertido en un reclamo turístico también en Navidad, que aviva la ilusión de grandes y pequeños

Los vecinos de Vilanova dos Infantes han vuelto a superarse y se postulan para convertirse en la capital navideña de la provincia. Adentrarse en el entramado pétreo del burgo medieval sumerge a uno de lleno en la Navidad, con un sinfín de escenificaciones para todos los gustos y edades. “Hay rincones preciosos: mira el Castillo y los soportales de la plaza”, describe Encarna Villar, vecina de Vilanova aunque residente en la ciudad olívica. “Esto no le tiene nada que envidiar a Vigo”, asegura, orgullosa también de la banda de gnomos que simula actuar bajo los canastros de la Torre da Homenaxe, en un guiño a la tradición musical local.

Toda una puesta en escena que confeccionan artesanalmente con mimo, imaginación y mucho reciclaje Ana, Belén, Mari, María José, Pili, Susa, Zuleima y Manolo, alma máter de la sección navideña de la Asociación de veciños Gutier Menéndez. Prueba de ello son las columnas de regalos, las piruletas y caramelos, y también las casitas del poblado de Papá Noel o la propuesta natural de la artista Ana Peaguda.

También hay escenarios más festivos, como el “photocall” con la recreación de un salón en fin de año, y tradicionales, como el belén bajo los soportales de la Praza do Recreo o el árbol de Navidad decorado con telas de araña, en un guiño a las costumbres ucranianas.  Un recorrido para disfrutar de día y también de noche que, este año, está aderezado con un servicio de bar en el antiguo centro comarcal y un puesto ambulante, que se unen a la oferta del teleclub.

Desde el encendido de luces oficial, el burgo medieval asiste a un goteo constante de visitantes, con picos que coinciden con la llegada del Tren de Nadal, que ofrece a diario un recorrido navideño entre Celanova y Vilanova dos Infantes. “É marabilloso, si estivese cheo de xente todo o ano sería unha marabilla”, comentaba Consuelo Pérez. A su lado, otro vecino discrepaba entre risas “bueno, bueno, sería demasiado!”. 

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