El Fórum Universal de las Culturas celebrado en Barcelona en 2004 cumple mañana el décimo aniversario de su inauguración, un evento que sirvió para el desarrollo urbanístico de una parte del litoral de la ciudad, pero que mantiene un legado lleno de claroscuros en el ámbito sociocultural
Este acontecimiento, cuyo aniversario no será conmemorado a nivel institucional, se desarrolló entre el 9 de mayo y el 26 de septiembre de 2004 y se vertebró en torno al desarrollo sostenible, las condiciones para la paz y la diversidad cultural.
Tres ejes temáticos que fueron tratados mediante exposiciones, espectáculos y congresos internacionales y que atrajeron a más de tres millones de visitantes, 2.400 ponentes y un total de 246 ONG.
El Fórum fue una idea del exalcalde Pasqual Maragall para que actuara como motor de desarrollo urbanístico de una zona de Barcelona que no se benefició de los JJOO, con un proyecto que continuaba la reconversión del litoral barcelonés levantando, sobre terrenos ganados al mar, un gran centro de convenciones, un puerto deportivo, distintos parques, una playa artificial y una gran explanada que cubría una depuradora.
De aquel acontecimiento surgió la fundación Fórum Universal de las Culturas, constituida por las tres administraciones que organizaron el evento -Ayuntamiento de Barcelona, Generalitat y Administración de Estado- y que cuenta en la actualidad con 21 patronos y colabora con diversas agencias de Naciones Unidas.
Mientras el ex consejero delegado del Fórum Jaume Pagès y el ex director general Jordi Oliveras, han declinado hacer una valoración a Efe, el entonces director de Información y Contenidos del acontecimiento, Antoni Traveria, ha apuntado que, a diferencia del legado urbanístico, "quizás la repercusión cultural no fue tanta como se esperaba".
Una opinión que enlaza con la del actual teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Ciurana, quien ha declarado a Efe que, tras 10 años, los barceloneses tienen "una idea de lo que significó (el Fórum) desde el punto de vista urbanístico" y "de lo que no significó" desde un punto de vista cultural.
A pesar de esta afirmación y de las protestas, manifestaciones y críticas por parte de diferentes organizaciones que en su día denunciaron la "banalización" del uso de la palabra "cultura" en el Fórum, Traveria reivindica la validez del proyecto cultural pues "sirvió para reunir a las grandes voces intelectuales del planeta", además de propiciar una "gran participación ciudadana".
Precisamente, el encuentro entre políticos, intelectuales y expertos en distintos ámbitos fue uno de los puntos fuertes del acontecimiento que, bajo unas conferencias denominadas "Diálogos", reunieron en Barcelona a personalidades tan dispares como Mijaíl Gorbachov, Felipe González, Rigoberta Menchú, Angelina Jolie, Valéry Giscard d'Estaing, Lionel Jospin, Luiz Inácio Lula da Silva o Romano Prodi, entre muchos otros.
A pesar del carácter efímero de las conferencias, estas dejaron, según Traveria, un legado documental "muy destacado" y se anticiparon a muchos de los acontecimientos que han sucedido a lo largo de estos últimos 10 años.
Si bien los documentos han permanecido, otros proyectos culturales surgidos del Fórum se han desvanecido con el tiempo.
Este es el caso, por ejemplo, del proyecto de La Casa de las Lenguas de Barcelona, un centro de información, investigación y coordinación de las políticas de fomento de la diversidad lingüística que se iba a establecer en la fábrica de Can Ricart del Poblenou, pero que en 2011 se desestimó por su alto presupuesto.
Traveria tampoco oculta los puntos débiles de un proyecto que considera "una iniciativa muy improvisada que se fue montando a partir de una idea genial que aún estaba por definir".
Su deseo de continuidad quedó plasmado en la organización de sucesivas ediciones en Monterrey (México) en 2007, Valparaíso (Chile) en 2010 y en Nápoles (Italia) 2013.
A pesar de la proyección internacional de la propuesta, el Fórum no ha suscitado entusiasmo en los sucesivos responsables de la ciudad, como el exalcalde Jordi Hereu, que en su día dio la fórmula Fórum por finalizada, o el propio Jaume Ciurana, quien ha criticado el "uso de palabras ampulosas con la idea de cambiar el mundo".
