Bajo la batuta del prestigioso director austríaco Franz Welser-Möst, los ligeros y alegres valses de la familia Strauss se entrelazaron con la música de Wagner y de Verdi en el Concierto de Año Nuevo de la Fila

Homenaje a Wagner y Verdi

Franz Welser-Möst
Desde la célebre Sala Dorada del Musikverein, decorada con 30.000 flores llegadas de San Remo (Italia), los filarmónicos abrieron un gran jubileo para la música: 2013 celebra el doble bicentenario del nacimiento de Verdi y Wagner.
Pero los protagonistas del recital fueron una vez más los valses, polkas, cuadrillas y galopes de la dinastía Strauss y algunos de sus contemporáneos, una música que, tras conquistar al mundo en el siglo XIX, no ha perdido nada de su alegre magia. 'Ligeras, elegantes, bellas y naturales', tal y como se había propuesto Welser-Möst, llegaron a millones de oídos las más de 200 melodías diferentes del mediático espectáculo.

La batuta del maestro austríaco, actual director general musical de la Ópera de Viena, se alzó por segunda vez en este concierto que ya dirigió en 2009. 'Ha sido esplendoroso', 'muy bello', 'estamos felices'. Esas fueron, tras el concierto, las primeras declaraciones de los afortunados que consiguieron alguna de las codiciadas entradas al Musikverein.

Todo empezó con una polka de Josef Strauss, dedicada a su mujer Angelika, homónima de la esposa del director de la orquesta, y una de las once piezas que debutaron en este célebre concierto.

Le siguieron otras cuatro dedicadas por los filarmónicos al director, entre ellas la Cuadrilla-Teatro, del mismo autor, y el vals 'Desde las montañas', de Johann Strauss hijo, que aluden a las dos pasiones de Welser-Möst: su trabajo al frente de la Ópera de Viena y el alpinismo, que practica en su tiempo libre.

Tras una pausa, el ritmo del vals volvió a sonar para introducir suavemente el homenaje a Wagner: en las 'Armonías de las Esferas'.

A Verdi, los filarmónicos rindieron tributo con el 'prestissimo' del ballet de su ópera Don Carlo en la última parte del programa, rodeado de valses y danzas dedicadas a Italia y a su gran maestro.

El famoso vals 'El Danubio Azul' y la marcha de Radetzky, acompañada con las palmas del auditorio de la sala, fueron las ineludibles propinas que cerraron la 73 edición de este concierto de Año Nuevo.

Para el próximo Concierto de Año Nuevo, el 1 de enero de 2014, ly para dirigir la Filarmónica ésta ha invitado al maestro argentino-israelí Daniel Barenboim.

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